Organismos de derechos humanos de Nicaragua informaron que más de 20 personas han muerto en las protestas contra la reforma a la seguridad social, mientras el Gobierno, que hasta ayer registraba 10, no ha ofrecido nuevas cifras.
La Iniciativa Nicaragüense de Defensores de Derechos Humanos y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) divulgaron un informe, con nombre y apellidos de 24 personas fallecidas, y anunciaron que lo remitirán a organismos internacionales de derechos humanos.
Según esas ONG, 10 de las muertes han ocurrido en Managua, 4 en Ciudad Sandino, 3 en Masaya, 2 en León, 2 en Estelí, 2 en Tipitapa y 1 en Sébaco.
También reportan 67 estudiantes heridos, 43 desaparecidos, 20 detenidos, una emisora quemada y tres medios de comunicación bloqueados.
Nosotros manejamos que los muertos pasan de 20, pero estamos verificando porque hay mucha desinformación. La situación es verdaderamente grave y rebasa nuestras posibilidades de confirmar”, dijo la presidenta del CENIDH, Vilma Núñez.
Hasta el viernes, el Gobierno reconocía 10 víctimas, entre ellos un agente policial, 88 heridos (29 policías), además de cuantiosos y numerosos daños materiales en varias ciudades del país, y afirmó que no había detenidos.
El diario La Prensa publicó este domingo que la cifra de muertos supera los 30, aunque no cita fuentes.
Clamor papal
El papa Francisco llamó el domingo a poner fin a la violencia en Nicaragua.
Hablando ante decenas de miles de personas en la Plaza de San Pedro en su mensaje dominical, Francisco llamó a “poner fin a todas las formas de violencia y a evitar el derramamiento de sangre sin sentido”.
“Estoy muy preocupado por todo lo que está pasando estos días en Nicaragua. Expreso mi cercanía con la oración por este amado país y me uno a los obispos para pedir que cese toda violencia, se evite un derramamiento de sangre inútil y que las cuestiones abiertas se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad”, dijo
Los nicaragüenses tomaron las calles por el cambio propuesto del sistema de pensiones que haría a los trabajadores pagar más al sistema de jubilación.
La reforma, diseñada por el Gobierno de Daniel Ortega, tiene como objetivo resolver un déficit de 76 millones de dólares que afronta el instituto de seguridad social del país.
Gobierno culpa a la oposición
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, culpó el sábado a “pequeños grupos de la oposición”, cuyo nombre no especificó, de ser los causantes de las revueltas.
Durante una comparecencia en cadena obligada de radio y televisión, Ortega, que estuvo acompañado por los responsables de la jefatura militar y policial, en ningún momento se refirió al número de muertos y heridos durante los enfrentamientos.
Las protestas en Nicaragua se mantienen pese a que el presidente Ortega anunció este mismo sábado su disposición al diálogo con la empresa privada para buscar una alternativa a la reforma a la seguridad social, que desencadenó las protestas más fuertes vistas en los últimos 11 años de Gobierno sandinista.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) condicionó el diálogo con el Gobierno a que cese la “represión” contra los manifestantes, una posición que también asumió la Junta Directiva de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AMCHAM).
El ambiente se mantiene tenso en el país centroamericano, que amaneció este fin de semana con contingentes de militares desplegados en varias ciudades.