La asamblea se realizó en San Cristóbal de las Casas este fin de semana
María de Jesús Patricio Martínez fue nombrada como vocera del Consejo Indígena de Gobierno (CIG) para México, quien será su representante y candidata independiente a la Presidencia de la República en el 2018; solicitará su registro oficial a finales de agosto próximo.
En la Asamblea del Congreso Nacional Indígena (CNI), que se realizó en San Cristóbal de las Casas este fin de semana y en el cual participó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), más de mil representantes de más de 58 pueblos indígenas del país acordaron brindar su apoyo a María de Jesús Patricio, quien es originaria de la comunidad nahua de Tuxpan, Jalisco, tiene 57 años y es madre de tres hijos.
Asimismo, quedó constituido el Consejo Indígena de Gobierno para México, con 71 concejales integrantes de comunidades indígenas de todo el país que «en medio de una guerra cruel, con su entereza, valentía, decisión, inteligencia y amor, lleven la voz de los pueblos por el país tan dolido y agraviado».
Al rendir protesta, el CIG y Marichuy, como se le conoce a la vocera, se comprometieron a cuidar de los pueblos y comunidades, construir y acompañar las rebeldías, ser anticapitalistas abajo y a la izquierda, no caer en la tentación de buscar el voto y el poder frente a los de arriba».
Y recibieron la advertencia: «y si no lo cumplieran no sólo los pueblos se los demandará, sino que los vamos a sancionar y los vamos a quitar».
«Por acuerdo de nuestra asamblea constitutiva del CIG decidimos nombrar como vocera a nuestra compañera María de Jesús Patricio Martínez, del pueblo nahua, cuyo nombre buscaremos que aparezca en las boletas electorales para la presidencia de México en 2018.
«Ninguna delimitación de nuestros pueblos, ninguna determinación ni ejercicio de autonomía, ninguna esperanza hecha realidad ha respondido a los tiempos y formas electoreras que los poderosos llaman democracia, por lo que sólo pretendemos arrebatarles el destino que nos han quitado y desgraciado; pretendemos desmontar ese poder podrido que está matando a nuestros pueblos y la madre tierra», manifestó.
Señaló que «la clase política se ha empecinado en hacer del Estado una corporación que vende la tierra que es de los pueblos originarios, campesinos y urbanos, que vende a las personas como si fueran una mercancía que se mata y entierra como materia prima, de los cárteles de la droga para venderlas a las empresas capitalistas que nos explotan hasta que enferman o mueren, de venderlas en partes para el mercado integral de órganos».
Indicó que «las organizaciones criminales que actúan en descarada complicidad con todos los órganos del gobierno, partidos políticos e instituciones configura el poder de arriba y son causa de repugnancia para millones de mexicanos en el campo y la ciudad».
En medio de esa repugnancia, añadió, «nos siguen diciendo que votemos, que creamos en el poder de arriba que siguen dibujando e imponiendo nuestro destino», pero «en ese rumbo sólo vemos yerba que crece y en el horizonte está la muerte y destrucción de nuestras tierras, familias y vidas».
Luego de dos días de trabajo y tras una asamblea abierta, la Asamblea Constitutiva del CIG ofreció una conferencia de prensa en la que Marichuy, como es conocida entre los pueblos indígenas aseguró que participar es con el fin «no tanto trabajar en la cuestión de llevar votos, se ir a sentarse allá en la silla maliciada, más bien nuestra participación es por la vida, es por la organización y por esa reconstitución de nuestros pueblos que han sido golpeados por años y años y creo que ahorita tenemos que buscar una forma para seguir existiendo, no solamente los pueblos y el hecho de participar es para invitar a todos los sectores a que unamos los esfuerzos y podamos destruir este sistema que nos está acabando».
Ante la presencia de 250 medios de comunicación nacionales e internacionales, precisó que los pueblos han analizado que han peleado por la vida y la vida incluye la tierra, el territorio, el agua, los árboles, todo.
«Queremos guardar cuidar y recuperar eso que es nuestro y que ha sido heredado. Creemos dar este paso, es difícil para nosotros, pero creemos que es necesario darlo si queremos que nuestros pueblos sigan existiendo, si queremos que siga habiendo vida para todos, si queremos que eso que nos heredaron nuestros antepasados podamos conservarlo, por eso hemos decidido dar este paso», aseguró.
Otro de los integrantes de este CIG, Mario Luna, del pueblo yaqui, y quien estuvo preso injustamente y quien es defensor del agua en Sonora, aclaró que quien encabeza la campaña es el Concejo, pero por las formalidades institucionales se registrará a la vocera para que aparezca su nombre en las boletas electorales de las elecciones federales del próximo año.
«Como la ley no permite que se pueda registrar un gobierno, vamos a registrar a nuestra vocera, es en este sentido que ella será quien nos dé la voz y va a transmitir los comunicados que nosotros vamos a consultar con nuestros pueblos. Nosotros no estamos ofreciendo entonces una solución mágica como acostumbran los partidos políticos, sino que los estamos invitando a organizarse».
La intención es que a través del CIG que todas las propuestas de los pueblos y comunidades de «cómo queremos nuestro desarrollo, en ese sentido que tiene sentido nuestra vocera».
Otra diferencia, dijo, es que los pueblos no están ofreciendo a una persona que no han elegido, sino que la decisión fue tomada desde sus bases de acuerdo con sus formas y modos.
«Nosotros como concejeros no buscamos cargos políticos, no buscamos cargos públicos, no estamos buscado chamba, estamos impulsando las propuestas que siempre hemos impulsado y que nunca nos habían prestado oídos, entonces esta es la oportunidad, el pretexto para que podamos entonces llegar a todas esas comunidades marginadas para que podamos darle voz a todos los que en este momento no la tienen», explicó.
En su oportunidad, Fortino Domínguez, concejal zoque indicó que lo que los distingue de los partidos políticos es que ellos parten de una concepción individualista, mientras que los pueblos de la colectividad. Aclaró que «no vamos a hacer campaña, sino vamos a aprovechar esto para organizarnos para desmontar el poder. Es un camino colectivo. No se confundan: no es una vulgar lucha por el poder, sino una lucha civilizadora».
El representante chiapaneco aclaró que el CIG es una colectividad que surge de los pueblos y no de una decisión cupular y aseguró que ellos piensan que las soluciones ante la muerte y guerra que ha bañado de sangre sus tierras son las que vienen de los pueblos.
«Nosotros no pensamos que la solución va a venir de una sola persona y ahí no solamente nos referimos a Andrés Manuel López Obrador, sino a esa clase política de arriba que sigue pensando que va a venir un rayito de esperanza o una persona en lo individual a salvar este país. Nosotros creemos que la forma es la construcción colectiva», señaló.
En su oportunidad, el profesor Filo, concejal de Puebla comentó: «el día de hoy es el día mas grande de nuestra historia. Antes de la conquista española no había Consejo Indígena de Gobierno, 20 años nos tomó conocernos, escucharnos, mirarnos los pueblos indígenas que durante cinco siglos estuvimos en resistencia y llegamos a esto. O sea que se trata de un alzamiento indígena, el alzamiento indígena más grande en la historia de México y es no violento. Repito, no violento».
Durante el fin de semana, se llevó a cabo la primera reunión del Concejo Indígena de Gobierno, que se realizó en las instalaciones del Cideci-Universidad de la Tierra en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
En la asamblea para la conformación del CIG, particiaron el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el Congreso Nacional Indígena, los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, la madre de la joven asesinada y encontrada en Ciudad Universiria, Lesvy Osorio, así como representantes de más de 58 pueblos indígenas del país.
La próxima reunión del CIG se llevará a cabo en San Cristóbal de las Casas y en los caracoles zapatistas el próximo 12 de octubre.
QUIEN ES MARÍA DE JESUS PATRICIO MARTINEZ
La Universidad de Guadalajara realizó un breve perfil de la vocera del CIG:
María de Jesús Patricio Martínez, nació en la comunidad nahua de Tuxpan, Jalisco, en tiempos en los que solo había luz y empedrado en el primer cuadro de su pueblo; las casas eran de adobe y teja, entonces se tenían que hacer largas filas para surtir el agua que manaba únicamente de tres llaves. «En ese entonces, tenía que cargar el agua con dos botes colocados a los extremos de un palo fijado a mi espalda, y cuando era de noche y necesitaba hacer algún mandado, prendía un ocote para divisar el camino, si es que la luna no lo iluminaba», dijo María de Jesús Patricio Martínez.
Reconoció su vocación de médico desde pequeña: «Cuando observaba cómo las mujeres mayores, entre ellas mis tías y mi abuela, curaban a los enfermos de susto, espanto, aduendado, bilis, debilidad o canícula.
«Mi tía Catarina, por ejemplo, hacia las limpias con plantas y preparaba ungüentos que esparcía por todo el cuerpo de los enfermos», cuenta la «Historia de Vida de María de Jesús Patricio» en la revista Tukari. Hoy Marichuy dirige la Casa de Salud Calli tecolhuacateca tochan, lugar para el ejercicio y desarrollo de la medicina indígena tradicional de la comunidad nahua de Tuxpan.
La Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas de la Universidad de Guadalajara desde hace 20 años apoya este proyecto, con el fin de atender a los enfermos con un esquema de salud comunitaria integral y que sirva como un espacio para la capacitación de promotores de salud indígenas de la región.
«La Casa de Salud nos ha llevado a la defensa de la medicina tradicional, los territorios indígenas y la madre tierra desde la perspectiva anticapitalista, de la lucha libertaria de los pueblos indígenas, circunstancia que nos ha hecho promotores activos del Congreso Nacional Indígena (CNI), de los foros y encuentros en defensa de la medicina tradicional y de la alianza estratégica entre el movimiento indígena civil y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)», destacó la médico tradicional nahua.