Se ha dicho de todo sobre los millennials y muchas veces se habla de ellos de forma negativa; por ejemplo, se dice que son más difíciles al momento de trabajar con ellos o que simplemente son flojos, arrogantes y egocentrista.
Sin embargo, algo bueno debía tener esta generación y quizá sea el hecho de que están criando y educando a niños más listos y felices.
Claro, esto no quiere decir que las madres millennial sean perfectas ni mucho menos ni tampoco son hechos científicos.
Ningún padre nace con un manual en la mano y todos van aprendiendo en el rumbo, pero en el contexto en el que vivimos, esta generación podría estar educando más libre de prejuicios y con mayor consciencia.
Si nos detenemos un momento a observar el contexto y cómo las madres están enseñando a sus hijos sobre su cuerpo, su libertad y su consciencia respecto del mundo, existen varias razones por las que las mamás millennials están educando niños más listos y felices.
1. Respetan su privacidad
Para muchos de nosotros, la privacidad con nuestros padres no existía: tu madre tenía la libertad de entrar al baño mientras estabas en la regadera o muchas otras veces, de revisar todo lo que estaba en tu cuarto.
Las madres millennials saben de esto y lo incómodo que podía llegar a ser, y entienden que quieren ser invasivas con sus hijos, sin dejar de estar pendiente y alerta de ellos.
2. También respetan la autonomía de sus cuerpos
Nuestros padres siempre nos advirtieron que si alguien nos tocaba en “nuestras partes privadas”, nos alejáramos y les avisáramos.
Las mamás millennials van incluso más allá y están explicándoles a sus hijos desde temprana edad el consentimiento y cuáles son sus límites, pues actualmente, este concepto se ha vuelto primordial en la sociedad y en las relaciones.
3. Apoyan más a sus hijos respecto a su sexualidad
Para la generación de nuestros padres, el tema de la sexualidad no era algo tan abierto como lo es ahora.
Pero los millennials son definitivamente más comprensivos cuando se trata de asuntos de sexualidad, por lo tanto, es una suposición segura que muchos de nosotros tendremos una actitud muy abierta en caso de que algún día nuestros propios hijos nos revelen que no son heterosexuales.
4. Intentan evitar las mentiras con sus hijos
Actualmente, muchos padres millennials no quieren mentirle a sus hijos y la prueba de esto es que cada vez más y más les hablan honestamente de los Reyes Magos, de la religión o del ratón de los dientes.
Lo que hacen es asegurarse de sus hijos estén felices y de que no sientan que sus padres les han estado mintiendo desde el primer día. Claro, siempre habrá algunas excepciones.
5. No temen dirigirse a ellos como adultos de menor tamaño
Ser niño no quiere decir que sean tontos. Los padres millennianls no tienen miedo de reconocer que sus hijos entienden y pueden tener una opinión que pueden considerar cuando se dictan las reglas de la casa.
Saben que merecen explicaciones como nosotros, respetan sus opiniones, incluso si son contrarias a las suyas, saben que esto valdrá la pena a largo plazo, porque sus hijos siempre sabrán que sus padres los respetaron como seres humanos autónomos.