La sorpresiva salida de Alan Pulido de Chivas tiene un origen. Y es que en gran parte del torneo el delantero mexicano no estuvo tranquilo en Chivas. Su manejo en redes sociales, la fama que se le creó, y sus momentos de ocio, colmaron la paciencia del dueño del equipo, Amaury Vergara, a quien no le gustó el comportamiento de su jugador, y en un par de ocasiones fue reprendido por su comportamiento en redes sociales, al grado de ocasionar la molestia del jugador, por lo que la reacción del Rebaño Sagrado fue alejarlo de los medios, lo cual trajo una incomodidad más, ya que pocas veces se expresaba en prensa. Por ello, cuando tuvo la oportunidad explotó y se aferró a su salida, luego de recibir la llamada de Ricardo Peláez. La acción de Alan fue pedir su salida y contemplar posibles ofertas, la reacción de los Rojiblancos fue tasarlo alto y ponerse estricto en no menos de 10 millones de dólares. Esta situación incomodó al jugador, pero ahora lo ha puesto a fijarse nuevas metas y estar firme en sus convicciones.
Los problemas entre Alan Pulido y Amaury Vergara
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