Terminar una relación es muy difícil y doloroso, pero terminar una relación cuando hay niños de por medio puede llegar a ser incluso más devastador.
Muchas mujeres, cuando nos encontramos en esa situación, nos preguntamos si deberíamos quedarnos por nuestros hijos, o para que ellos tengan un papá o una figura paterna. Nos negamos a decidir divorciarnos por temor a dañar a nuestros pequeños.
La realidad es que, si bien es necesario hablar con la otra persona e intentar arreglar la situación, debemos pensarlo en hacerlo como una pareja y no como una familia, pues al final la relación que está en conflicto es en principio la de dos personas.
En ocasiones nos preguntamos lo mucho que sufrirían nuestros hijos al no poder ver a sus padres todos los días, o al tener que alejarse de uno de ellos, pero también tenemos que preguntarnos por lo que sufren cuando presencian peleas, cuando se dan cuenta de que no nos llevamos como antes, o cuando nos ven siempre de mal humor. Porque eso es lo que sucede cuando una relación de pareja está así de fracturada. Y, lamentablemente, los niños lo sienten y se dan cuenta.
Cuando nuestros hijos nos “cachan” llorando, nos ven tristes o notan que fingimos las sonrisas, es inevitable que se entristezcan más que nosotros. Y si bien es cierto que pasarán un momento difícil al inicio de la separación, muy pronto notarán que todo está mejor: cuando nos vean sonriendo de nuevo y cuando noten que las peleas desaparecieron.
Los niños que viven en un matrimonio que no está funcionando tienen secuelas, pues por mucho que los padres intenten esconderlo, los pequeños notan que algo en la dinámica no está bien. Y si su hogar deja de ser un refugio y se convierte en una pesadilla, empezarán a dar señales de ello: insomnio, inseguridad, nerviosismo, baja en el rendimiento escolar.
Los niños no merecen estar en medio de un matrimonio que no sirve, pues eso también los afectará cuando tengan sus propias relaciones y piensen que es normal estar con alguien por quien no se siente amor.
Así que si tu única razón para estar en un matrimonio son tus hijos, vuelve a pensarlo mejor. Si decides separarte te darás cuenta de que también puedes ser una gran mamá soltera, y que probablemente tus hijos te respetarán por tu decisión cuando sean grandes, incluso si al principio lo sufren, pronto entenderán la situación.