Un miembro del equipo a cargo de las pesquisas dice que están un “90 por ciento seguros” de que un artefacto explosivo fue la causa de la tragedia aérea en Egipto
Los investigadores del accidente de un avión ruso en Egipto están un”90 por ciento seguros” de que el ruido que se escucha en el último segundo de una grabación de voz de la cabina habría sido provocado por la explosión de una bomba, dijo un miembro del equipo a cargo de las pesquisas.
El avión Airbus A321 se estrelló 23 minutos después de su despegue desde el centro turístico de Sharm al-Sheikh hace ocho días, provocando la muerte de las 224 personas que viajaban a bordo.
Milicianos del Estado Islámico que combaten a las fuerzas de seguridad egipcias en el Sinaí se atribuyeron la responsabilidad por la caída de la aeronave.
“Los indicios y análisis que hay hasta el momento sobre el sonido de la caja negra indican que fue una bomba”, dijo el miembro del equipo de investigación en Egipto, quien pidió no ser identificado debido a lo delicado del tema.
“Estamos un 90 por ciento seguros de que fue una bomba”, agregó.
Sus comentarios reflejan un mayor grado de certeza sobre la causa del accidente que el mostrado en público hasta el momento por el comité de investigación.
Ayman al-Muqaddam, líder del equipo de investigación, anunció el sábado que el avión aparentemente se destruyó en el aire mientras volaba en piloto automático, y que se había escuchado un ruido en el último segundo de la grabación de voz de la cabina. Sin embargo, dijo que era demasiado pronto para sacar conclusiones sobre el motivo de la caída de la aeronave.
La confirmación de que militantes derribaron el avión podría tener un impacto devastador en la lucrativa industria del turismo de Egipto, que ha sufrido debido a varios años de turbulencia política y recibió un duro golpe la semana pasada, luego de que Rusia, Turquía y varios países europeos suspendieron los vuelos a Sharm al-Sheikh y otros destinos.
También podría representar un cambio de estrategia del grupo radical Estado Islámico (EI), que controla grandes partes de Siria e Irak.
Cuando se le pidió que explicara el margen de duda de un 10 por ciento, el investigador rehusó entregar más detalles, pero Muqaddam citó el sábado otras posibilidades, incluidas una explosión de combustible, fatiga de materiales en el avión o el sobrecalentamiento de baterías de litio.