El pleno de la Cámara de Diputados aprobó con 388 votos a favor y 40 abstenciones, la instalación de la nueva Mesa Directiva
Con 388 votos en favor, y 40 abstenciones, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la renovación de la Mesa Directiva, con el priista Jorge Carlos Ramírez Marín como presidente.
Se destrabó la elección de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, luego de que el PRI hizo un compromiso público para no dejar que el procurador, Raúl Cervantes, se convierta en automático en el Fiscal General de la República.
En la sesión, el coordinador de los panistas, Marko Cortés, pidió la palabra pues, entre otras cosas, quería reconocer la labor de la panista Guadalupe Murguía como presidenta saliente, pero tuvo que desistir ante la rebelión de los priistas.
“-¡Fuera, fuera, fuera!, le gritaron a Marko Cortés los diputados del PRI, PVEM, PES y NA.
Al no dejarlo tomar la palabra, los panistas salieron de la sesión, entre ellos la expresidenta Guadalupe Murguía, quien salió sin palmas y, literalmente, por la puerta de atrás de la tribuna.
Ramírez Marín, vicepresidentes y secretarios nuevos rindieron protesta. Enseguida, Ramírez Marín dijo que trabajará para que en la Cámara de Diputados sólo gobierne la Ley Orgánica del Congreso, la Constitución y el reglamento.
Enseguida hizo de conocimiento del pleno que el PRI, PVEM, PES y Nueva Alianza presentaron una iniciativa de reforma constitucional para frenar el pase automático del Procurador a Fiscal General de la República; mientras que el PAN, PRD y MC también presentaron una iniciativa en el mismo sentido.
Martha Tamayo (PRI) reprochó a Murguía el haber trasgredido su función como presidenta al apoyar a su partido y haberse tomado una función que no le competía, es decir, haber llamado al Secretario de Gobernación para que entablara un diálogo con las fuerzas políticas y solucionara una crisis que sólo compete a los diputados.