Hombre más obeso del mundo recibe alta tras exitosa cirugía

El mexicano Andrés Moreno saldrá en breve de un hospital en Guadalajara. Los médicos esperan que en un año baje de 435 kilos a 80

El mexicano Andrés Moreno, el hombre más obeso del mundo, recibió este lunes el alta hospitalaria tras ser sometido la semana pasada a una exitosa cirugía que le ayudará a perder peso de manera paulatina, informó el equipo médico que lo atiende en Guadalajara, Jalisco.

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El paciente, de 38 años, saldrá en unas horas del centro Gastric Bypass Mexico, ubicado en el Hospital Arboledas, y descansará unos días en la capital del estado de Jalisco antes de regresar a Ciudad Obregón (Sonora), donde reside.

El doctor José Castañeda, quien encabezó el equipo de expertos que lo operó el pasado miércoles, explicó que Moreno deberá tomar básicamente líquido y papillas durante al menos quince días e ir añadiendo sólidos de manera paulatina.

Andrés, que llegó a pesar 444 kilos, fue sometido a una derivación biliopancreática con cruce duodenal que, según los médicos del Hospital Arboledas, se trata del procedimiento que mejor resultado aporta en pacientes con obesidad extrema.

Ahora su estómago no aceptará más que una octava parte de su capacidad anterior a la intervención y quedará pronto saciado, mientras que su intestino, que quedó de menor tamaño, provocará una digestión más rápida y con menor absorción.

Sin pasar hambre, el paciente irá perdiendo peso poco a poco hasta situarse en torno a los 80 kilos en un plazo de un año, es decir, 355 menos desde que comenzó su tratamiento con Castañeda.

Y es que Moreno pesaba 435 kilos cuando pidió ayuda y, debido a que Castañeda no podía operarlo con ese peso, le impuso una dieta con la que bajó a los 335 kilos.

Aunque la operación iba a realizarse todavía con menos peso, un amago de infarto provocó que tuviera que adelantarse, también por los efectos que pudiera provocarle la diabetes tipo II que padece.

El próximo mes el paciente, que durante años ha estado postrado en una cama, deberá caminar un poco cada día para que su ingesta de calorías se equilibre con la quema de éstas y, además, evitar complicaciones como obstrucciones intestinales y otras derivadas de la cirugía.

“Dentro de un mes sabremos si Andrés va bien o bien tenemos que retocar algo”, pero de lo que sí “estamos seguros (es que) hemos salvado su vida”, dijo Castañeda.

“Solo con una bajada de un 10% de su peso desaparecen algunas comorbolidades que soporta y mejora espectacularmente sus niveles de glucosa en sangre”, explicó.

Además, señaló, Andrés notará “que el oxígeno que respira le cunde más y se cansará menos al tener su corazón que realizar menos esfuerzo en su vida diaria. Es su nueva oportunidad”.

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