Los Mets de Nueva York van a necesitar reemplazar la ofensiva que van a perder cuando Yoenis Céspedes y Daniel Murphy firmen en otro lado.
Existen opciones internas para sustituir a Murphy con Wilmer Flores y Dilson Herrera capaces de reemplazar las 1.7 Victorias sobre Reemplazo que Murphy promedió en las últimas cuatro temporadas.
Reemplazar a Céspedes va a ser una tarea más dura. No hay muchos jugadores que puedan impactar un juego como lo hace él cuando está bien. Su habilidad para «jonronear cuando se necesita» rivaliza la que tenían Darryl Strawberry y Mike Piazza.
Tratar de firmar un jugador de ese calibre va a costar mucho (así que no es tan fácil como decir «vayan y firmen a Justin Upton»). La oficina central de los Mets va a tener que ponerse creativa en esa búsqueda. Y es posible que se necesite un cambio.
Hay dos buenas posibilidades obvias de cambio para los Mets – los Cachorros de Chicago y losMedias Rojas de Boston. Cada uno de ellos puede utilizar otro lanzador abridor y tienen abundancia de talento joven y bajo contrato controlable. Los Cachorros están mejor equipos para cambiar un torpedero como Addison Russell, Javier Báez o Starlin Castro, pero si los Mets van a ceder un abridor estelar, probablemente van a querer más que eso. No vemos a los Cachorros queriendo cambiar a Kris Bryant o Kyle Schwarber.
Por eso es que un cambio con los Medias Rojas hace más sentido. Ellos tienen sobrepoblación de jardineros (incluyendo dos verdaderos jardineros centrales en Mookie Betts y Jackie Bradley Jr.) y tienen una necesidad clara de un abridor estelar. Sus lanzadores abridores tuvieron la tercera peor efectividad en la Liga Americana la pasada temporada.
Los Medias Rojas podrían obtener ese tipo de lanzador en la agencia libre (David Price, Johnny Cueto), pero la oficina central de los Mets ofrecen algunos lanzadores que son más jóvenes y con menos millaje en sus brazos.
El cambio potencial lógico aquí podría ser algo asi como que Matt Harvey por Betts.
Sí, los Mets podrían arrepentirse de cambiar a Harvey, pero …
• A él le quedan tres años bajo control del equipo, luego de los cuales con toda seguridad buscará otro rumbo.
• Probablemente se va a poner más caro en esos últimos dos años.
• Su agente, Scott Boras, ya le ha causado mucho estrés a los Mets en los últimos 12 meses.
Betts fue un jugador con WAR de seis en el 2015. Bateó .291 con OPS de .820, 18 jonrones, 42 dobles y 21 bases robadas, mientras se ponchó apenas 82 veces en 597 turnos. Se ubicó séptimo entre los jardineros centrales con nueve carreras salvadas por la defensiva. En comparación, Céspedes totalizó un WAR de 6.3 entre los Tigres y los Mets en el 2015, así que su valor es comparable.
Es posible que surjan algunas dudas con una transacción como esa en ambos lados (Harvey estará bajo control por tres años antes de llegar a la agencia libre, a Betts le quedan cinco), pero esos se pueden trabajar añadiendo jugadores secundarios al acuerdo.
La rotación de los Mets sufriría un golpe, pero todavía tendrían para el Día Inaugural a Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Steven Matzen la parte superior, con Jonathon Niese firme en el cuarto puesto. Cuando Zack Wheeler vuelva, puede ocupar el quinto puesto. La mejoría en la ofensiva compensaría por el golpe recibido en el pitcheo.
Betts es un jugador considerablemente mejor que Juan Lagares. Él es basicamente el tipo de jugador que los Mets quisieran que Lagares fuese. Lagares todavía tiene valor para los Mets como jardinero sustituto, y si su codo se sana, él podría (en teoría) jugar en cualquiera de los tres puestos en los jardines.
Uno tiene que ceder algo para recibir algo a cambio. En este caso, lo que los Mets estarían recibiendo sería algo casi perfecto para ellos.