Paradas o ineficientes las plantas tratadoras que operan aquí.
Ante el riesgo latente que enfrenta Aguascalientes de quedarse sin agua potable en un lapso aproximado de tres décadas, según diversos estudios especializados; la candidata del PRI al Senado, Lorena Martínez; reiteró su compromiso para trabajar con todos los niveles de gobierno y desde el Congreso de la Unión para contribuir a prevenir una situación de emergencia antes que sea tarde.
Como lo anunció hace unos días, busca que lo antes posible Aguascalientes cuente con un Decreto Presidencial para reserva de agua que garantice el abasto a la población por al menos los próximos cincuenta años, utilizando la cuenca ubicada en la zona de Juchipila; pero reconoció que debe actuarse desde diversas perspectivas para que la protección sea efectiva e integral.
Lorena Martínez agregó que impulsará se etiqueten recursos para construir una presa en el municipio de Calvillo, proyecto anhelado por los habitantes de ese lugar hace décadas y que no ha logrado concretarse. Reconoció que hace tiempo se suspendieron inversiones de infraestructura hidráulica de este nivel que tanto necesita Aguascalientes para salvar su cuenca.
Para Calvillo, convertir este reclamo en una realidad en el mediano plazo, representará dejar de extraer agua a gran profundidad al menos en cincuenta pozos, mejorando su calidad al estar libre de metales que incrementan el riesgo de enfermedades de diversa índole como las renales.
La agenda legislativa de la candidata, incluye una iniciativa de reformas a la Ley de Aguas Nacionales e incluso a la Constitución Política de nuestro país, para que haya garantía real al agua potable para toda la población. Explicó que actualmente los derechos de explotación de los mantos acuíferos están en pocas manos, que además los sobreexplotan por lo que la legislación debe atender el asunto y prohibir a ese nivel los cortes en el servicio que actualmente siguen presentándose.
Respecto a las plantas tratadoras de aguas residuales, lamentó que estén prácticamente inservibles y en abandono, por lo que no cumplen con el propósito de reutilizar el líquido principalmente en la agricultura que representa el 75% del consumo en la actualidad.