Estados Unidos anunció su salida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un órgano internacional al que el gobierno del presidente Donald Trump ha criticado duramente por lo que considera un sesgo en lo relativo a Israel y por servir de plataforma a países como China, Venezuela y Cuba.
“No dudamos que su creación fue con buena fe, pero tenemos que ser honestos: el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un pobre defensor de los derechos humanos», dijo en una conferencia de prensa el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
MÉXICO ARREMETE CONTRA EU POR POLÍTICA «INHUMANA» CONTRA NIÑOS MIGRANTES
En tanto, el gobierno de México plantó cara al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al calificar de «inhumana y cruel» la política migratoria de separar a niñas y niños migrantes de sus familias, una situación agravada las últimas semanas con más de 2 mil casos.
“El gobierno mexicano no promueve la ilegalidad, la migración ilegal. Sin embargo, por convicción y por obligación constitucional y legal no podremos permanecer indiferentes ante una situación inhumana y cruel», detalló el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Luis Videgaray.
El mensaje ha sido contundente pero no sorprendente, pues sigue la línea de anteriores declaraciones en las que el Ejecutivo mexicano ha condenado las decisiones migratorias de la Casa Blanca con un marcado discurso antinmigración y antimexicano.
No obstante, Videgaray no ha cerrado tampoco las puertas al país vecino, pues ha recordado que el gobierno que representa «trabaja todos los días por construir una relación de respeto, constructiva y de beneficio mutuo», respetando la soberanía de Estados Unidos.
Según datos oficiales, cerca de 2 mil menores migrantes han sido separados de sus familias en la frontera con México en tan solo seis semanas por la aplicación de la política de «tolerancia cero», que implica tratar como criminales a los indocumentados que entran al país.
Una política que ha provocado fuertes críticas al gobierno de Trump de la oposición demócrata y organismos civiles, y que el mandatario defendió alegando que el país no se convertirá «en un campo de acogida de refugiados».
En su primer posicionamiento público sobre este asunto que estalló en los medios la pasada semana, Videgaray exhortó a los Estados Unidos a «reconsiderar su política» y a «dar prioridad» a la protección de los derechos de niñas y niños, con «independencia de su nacionalidad y situación migratoria».
Acompañado de funcionarios de alto nivel de la SRE, denunció que las férreas acciones estadounidense ponen a los menores en un «situación de vulnerabilidad».
De acuerdo con los datos recabados, 21 menores migrantes mexicanos fueron separados de sus padres, y solo siete de ellos permanecen en albergues, el resto ha sido repatriado.