Estados Unidos comenzó a sacar sus tropas de Afganistán tal como lo requiere el reciente acuerdo de paz con el Talibán, informó el lunes una fuente oficial estadunidense en medio de un caos político en Kabul que amenaza con frustrar el plan.
Cientos de soldados están ya saliendo del país, pero no serán reemplazados, pues Estados Unidos piensa reducir su presencia ahí de 13 mil a 8 mil 600 efectivos, dijo el funcionario que pidió no ser identificado.
La retirada ocurre en momentos en que dos políticos rivales en Afganistán fueron juramentados como presidente en ceremonias distintas el lunes, lo que le complica el panorama a Estados Unidos en su intento de avanzar en el tema y poner fin a los 18 años de guerra.
La disputa se centra en la rivalidad entre el presidente Ashraf Ghani, declarado ganador en las elecciones de septiembre, y su rival Abdula Abdula, quien fue acusado de fraude electoral en esos comicios.
La disputa amenaza con estropear los próximos pasos del acuerdo y generar aún más violencia.
Estados Unidos no ha condicionado su retirada de Afganistán con una restauración de la estabilidad del país ni con ningún resultado específico del diálogo entre las facciones afganas.
En lugar de ello, la retirada depende de que el Talibán cumpla con su compromiso de evitar que “cualquier grupo o individuo, incluyendo Al Qaeda, use el territorio afgano para atentar contra la seguridad de Estados Unidos o sus aliados”.
Bajo el acuerdo de paz, Estados Unidos debía comenzar a retirar sus fuerzas 10 días después de la firma del pacto el 29 de febrero.
El secretario de defensa estadounidense Mark Esper declaró el 2 de marzo había aprobado el inicio de la retirada, y que a partir de allí se coordinarían los comandantes militares.