Carlos Alonso Reynoso dice que no se sabe si es más letal o si podría afectar la inmunidad adquirida por la vacuna o un contagio previo, por lo que no hay que alarmarse
Aunque no se sabe mucho sobre la nueva variante de COVID-19, ómicron, especialistas estiman que muestra cuatro veces mayor velocidad de propagación que la variante Delta, según los datos preliminares de Sudáfrica, donde se descubrió.
Carlos Alonso Reynoso, académico e investigador de la Universidad de Guadalajara, resaltó que pese a ser más contagiosa, no se sabe si es más letal o si podría afectar la inmunidad adquirida por la vacuna o un contagio previo, por lo que no hay que alarmarse.
Sin embargo, dijo, es importante no relajar las medidas sanitarias, mientras que a los gobiernos sugirió filtros sanitarios para entrar al país, tal como en otros países, como prueba negativa o esquema completo de vacunación.
Fue el viernes pasado cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que esta era una variante de preocupación, que se clasifica principalmente por su transmisibilidad y mutación. El primer caso conocido de infección por esta variante se confirmó en una muestra tomada el 9 de noviembre de 2021 en Sudáfrica.
«Es un continente olvidado y despreciado por el resto de países, en todo el continente solo 7% de la población ha sido vacunada. Hay países donde ni siquiera tienen una dosis. Era un caldo de cultivo inminente para que surgiera una nueva variante. Mientras otros países acapararon las vacunas para sus habitantes, dejaron desamparado a otros que generan problema a todo el mundo. Los presidentes tratan de proteger a sus países, pero es un problema global y debe ser tratado así, en unidad», destacó.
Entre los escenarios que puede haber, Alonso Reynoso afirmó que el mejor sería que la enfermedad provocada fuera leve, con menos síntomas y menos letal, aunque más contagiosa, con lo que sustituiría a la variante Delta y favorecería que fuera una enfermedad estacional.
Mientras que el peor escenario es que sea más letal y complicada, con lo cual el panorama no es alentador. Podría haber más hospitalizados y muertes independientemente de que tengan la vacuna.
Sin embargo, explicó que pese a que ningún escenario se puede anticipar hasta no contar con más información, de todas maneras se sobrecargará al sistema de salud.
«Por más leve que sea la enfermedad, se necesita detectar y las personas acudirán a los centros de salud y hospitales. Es mejor empezar a poner restricciones, No se trata de caer en pánico, pero tampoco de hacer nada. La acción más adecuada es seguir las recomendaciones de hasta ahora y vacunarse. Si seguimos esto y nos vacunamos, disminuimos el riesgo de propagación», expresó.