Impactó en Malawi y Mozambique durante el fin de semana por segunda vez, regresando después de un primer golpe a fines de febrero
El ciclón Freddy, que está siguiendo una trayectoria en bucle poco común, dejó más de 190 muertos en Mozambique y Malaui, donde se declaró el estado de catástrofe, indicaron las autoridades el lunes.
El depósito de cadáveres del Hospital Queen Elizabeth estaba repleto de cadáveres, mientras que las familias hacían largas colas bajo las fuertes lluvias esperando identificar a sus parientes.
El anterior balance ofrecido por las autoridades y la Cruz Roja daba parte de al menos 66 muertos en ese país y cuatro en Mozambique. Los números aún pueden aumentar.
En varias regiones del sur de Malaui, las autoridades declararon el estado de catástrofe, incluido en la capital económica Blantyre, anunció la presidencia.
El jefe de Estado Lazarus Chakwera “constató con gran inquietud la devastación que el ciclón Freddy está provocando en numerosos distritos (…) y declaró el estado de catástrofe” en el sur, indicó en un comunicado.
Freddy se formó frente al noroeste de Australia en la primera semana de febrero y podría convertirse en el ciclón tropical más duradero jamás registrado, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia de Naciones Unidas.
Atravesó todo el sur del océano Índico y azotó Madagascar el 21 de febrero antes de llegar a Mozambique el 24 de febrero. En ese entonces dejó 17 muertos y miles de desplazados.
Malawi ha estado luchando contra el brote de cólera más mortífero de su historia, y las agencias de la ONU han advertido que la situación ahora podría empeorar.
Los científicos dicen que el cambio climático impulsado por los combustibles fósiles está fortaleciendo las tormentas tropicales, ya que los océanos absorben el calor de las emisiones de gases de efecto invernadero y cuando el agua de mar caliente se evapora, la energía térmica se transfiere a la atmósfera.
Trayectoria poco común
Tras una trayectoria poco común en bucle, el ciclón volvió a tocar tierra en Madagascar la semana pasada y regresó el sábado en Mozambique.
Al menos cuatro personas murieron en la provincia de Zambezia (centro), según indicaron las autoridades locales a AFP.
Pero es probable que el balance aumente porque las informaciones llegan a cuentagotas por los daños que causan las intensas lluvias y los fuertes vientos en la red de telecomunicaciones.
El instituto nacional de gestión de desastres de Mozambique (INGD) dijo que las consecuencias de esta segunda tormenta eran peores de lo esperado.
”El número de personas afectadas superó las previsiones”, declaró la directora del INGD, Luisa Meque, y dijo que la tormenta golpeó también zonas “consideradas seguras”.
Muchas personas están desaparecidas, alertaron las autoridades.
La ciudad portuaria de Quelimane (centro), situada a unos 40 km de donde el ciclón tocó tierra, aún se encuentra aislada del resto del país.
En algunas zonas ya no hay ni calles, ni agua ni electricidad, señaló por teléfono Guy Taylor, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El ciclón llegó a Malaui en la madrugada del lunes. La mayoría de los cuerpos fueron encontrados en la región de Blantyre, según la policía local.
”Las operaciones de rescate aún siguen, pero se ven dificultadas por incesantes lluvias”, declaró a AFP Beatrice Mikuwa, una portavoz.
Varias tormentas o ciclones atraviesan cada año el suroeste del océano Índico durante la temporada de ciclones, que se extiende de noviembre a abril.