Seguro se lo escuchaste decir a algún conocido: «No me ducho todos los días para cuidar el medio ambiente». Y puede que alguno lo use como argumento porque le da pereza meterse bajo el agua, pero también hay quienes lo creen. Por eso les preguntamos a expertos: ¿es necesario saltearse la ducha? ¿Dónde está la clave del ahorro doméstico?
«No bañarse algunos días de la semana en situaciones más extremas de escasez puede ser necesario pero no es deseable. En situaciones normales, sin embargo, se espera que las personas puedan bañarse todas las veces que consideren necesarias para mantener su higiene, pero regulando el consumo de agua a la cantidad justa», explicó a CNN Miguel Doria, hidrólogo regional del Programa Hidrológico Internacional de la Oficina de Ciencias de la Unesco para América Latina y el Caribe.
Danilo Ríos, magíster en Ingeniería Ambiental y docente de la Universidad de la República de Uruguay, coincide en que no es aconsejable suprimir el baño. «Hay muchas cosas antes», apunta, y explica que esa medida por sí sola podría considerarse «irrelevante» en comparación con otras áreas en las que se puede ahorrar.
«Hay acciones menos drásticas y mucho más contundentes», dice por su parte Ferney Díaz, coordinador de Comunicaciones Estratégicas de WWF Colombia.
No se trata de que el ahorro doméstico no importe, de hecho es fundamental según expertos. «Las acciones individuales suman y son importantes, particularmente en situaciones de escasez hídrica», dice Doria. Díaz coincide en que «en los hogares definitivamente hay un epicentro de cambio gigantesco». ¿Pero dónde?
Antes de responder esta pregunta, un apunte: mientras hablamos sobre cuánto deberíamos ducharnos, es importante recordar que, en realidad, poder ducharse es en sí un privilegio. El agua está considerada un derecho y sin embargo 2.200 millones de personas no tienen acceso a servicios de agua potable, según la ONU. «Uno de los focos (en el trabajo sobre el agua), sin dudas, debería estar puesto en asegurar que todos tengan acceso y lograr una distribución justa del recurso», explica Doria, y agrega que incluso quienes sí tienen acceso «no siempre tienen un suministros continuo, de calidad y cantidad».