En las mujeres, la hipertensión arterial se manifiesta después de la menopausia
La Hipertensión Arterial ha sido denominada como el “asesino silencioso”, debido a que la mayoría de los casos la presión elevada no produce ninguna molestia, se puede llegar a sentir dolor o sensación de pesadez de cabeza, mareo ligero, palpitaciones, zumbido de oídos, entre otros informó Jairo Marentes Betanzos, coordinador estatal del programa de salud del adulto y el anciano del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes.
Aseguró que durante todo el mes de febrero, el sector salud celebra el mes del hombre, por ello, refuerza sus acciones para atender las enfermedades que aquejan al sexo masculino, ya que en México, tres de cada diez personas mayores de 20 años padece hipertensión arterial.
“En las mujeres, la hipertensión arterial se manifiesta después de la menopausia que es a causa de diferentes factores entre ellos la genética, la mayor o menor sensibilidad a la sal, obesidad, tabaquismo entre otros”, señaló el funcionario.
Agregó, que por ello en la mayoría de los casos la presión elevada no produce ninguna molestia, cuando se tiene alguna manifestación de la enfermedad se debe a la presencia de una complicación avanzada, muchas veces irreparable.
De esta manera la causa que origina la elevación de la presión arterial se clasifica en: Hipertensión arterial primaria, causada por la interacción de factores como la herencia, es la causa más frecuente y se presenta en nueve de cada diez enfermos.
Hipertensión arterial secundaria, esta es menos frecuente, se identifica con estudios de laboratorio; principalmente alteraciones en la función renal, obstrucción de las arterias de los riñones, trastornos glandulares, en nivel de las glándulas suprarrenales que están situadas en la parte superior de los riñones y alteraciones en la función de la glándula tiroides.
Añadió que la hipertensión daña las arterias, favorece y acelera la arteriosclerosis; lesiona órganos del cuerpo humano como el corazón, el cerebro y los riñones, el cual puede ocasionar un infarto.
Además puede provocar una enfermedad vascular cerebral, llevar a una insuficiencia renal y el daño en las arterias suele pasar desapercibido hasta que es irreversible; sin embargo la hipertensión arterial primaria no se cura, solo se controla con medidas higiénico-dietéticas y medicamentos antihipertensivos.
En el caso de la hipertensión secundaria, es posible su curación si se identifica y se trata a tiempo la causa que la origina, antes de que ocasione daño importante a las arterias. El tratamiento es específico y depende de la causa.
Marentes Betanzos, recomienda a la población que ya padece esta enfermedad que si el paciente sigue con las indicaciones que el médico señale y toma sus medicamentos correctamente, las complicaciones de la hipertensión disminuyen en gran medida y el paciente puede llevar una vida cercana a lo normal.
Finalmente, resaltó que como en la mayoría de las enfermedades, la alimentación correcta y el ejercicio, ayudan a disminuir la presión, junto con dosis correcta de los medicamentos.