Isidro López Villarreal, recién nombrado al frente de la Conferencia Nacional de Municipios de México, dijo en entrevista que es necesario investigar por qué fueron asesinados
De 2006 a enero del presente año 75 presidentes municipales en funciones y electos, así como ex ediles, murieron víctimas de la violencia.
De acuerdo con un estudio de la Asociación Nacional de Alcaldes (Anac), los estados con más riesgo para miembros del PAN son Durango, Michoacán, Oaxaca y Veracruz, seguidos de Chihuahua, estado de México, Guerrero, Nuevo León, Tabasco y Tamaulipas.
La mayoría de los funcionarios locales caídos pertenecían al PRI, pero también hay del PAN, PRD y PT. Algunos de ellos mandaban en municipios dominados por el crimen organizado, como Miguel Alemán, en Tamaulipas; Tanhuato, Michoacán; Temixco, Morelos, y Tlatlaya, estado de México, mientras otros se encontraban en sitios pequeños y alejados de las grandes urbes.
Este recuento no incluye el asesinato del munícipe de Jilotzingo, estado de México, ocurrido en abril pasado, y la cifra que reporta es menor a la que tiene registrada el PRD, de por lo menos 100 ultimados.
El documento de la Anac precisa que de los 75 funcionarios muertos, 37 estaban en funciones, siete eran electos y 31 eran ex presidentes municipales.
En todos los casos, el titular de la Conferencia Nacional de Municipios de México, destacó la necesidad de investigar las razones de por qué fueron asesinados, ya que “a la mejor algunos sí estaban metidos en el crimen organizado y otros murieron porque no quisieron entrarle. Hay que revisar cada uno de los casos”.
Dijo que quien tenga vínculos con el crimen organizado, debe ser separado del cargo.