La exlideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, ganó al Servicio de Administración Tributaria (SAT) un juicio para no pagar más de 19 millones 323 mil pesos por Impuesto Sobre la Renta (ISR) correspondientes a los ejercicios fiscales 2008 y 2009.
El pasado 22 de enero, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) anuló la resolución del SAT respecto al crédito fiscal, debido al ejercicio de facultades discrecionales y de vicios de forma, pues no se otorgó a Gordillo Morales las garantías para argumentar a su favor.
A finales de 2013, el SAT acusó a Gordillo Morales de no declarar ingresos por 7 millones 883 mil 606 pesos con 65 centavos, por lo que se hizo acreedora a multas y recargos. Los supuestos ingresos que no declaró la exlideresa se habrían revelado mediante depósitos y pagos a tarjetas de crédito a su nombre tras hacer cuantiosas compras en tiendas de alta gama en Estados Unidos.
En el argumento presentado ante el TFJA, los abogados de la exdirigente del SNTE sostuvieron que los pagos habían sido reembolsos del propio sindicato, pues se trataba de gastos de representación provenientes de una partida especial que se destina a este concepto, así como a gastos de relaciones públicas derivadas de su encomienda como presidenta vitalicia.
En alegatos, los defensores dijeron a la autoridad que por mandato estatutario, Gordillo Morales debía mantener una imagen impecable y que los pagos reflejados en esas cuentas crediticias se debían a gastos por ese concepto. «Entendiéndose por éstos, los gastos destinados a que el trabajador represente o mejore la imagen de la empresa frente a los clientes con un objetivo empresarial», explicó la defensa.
Las sumas depositadas a las tarjetas de crédito fueron para cubrir los saldos por compra de artículos en centros comerciales y tiendas de la Unión Americana como Neiman Marcus, Christian Dior, Chanel, Roberto Cavalli, Guchi, Bulgari, Louis Vuitton, Salvatore Ferragamo y Giorgio Armani, entre otras firmas.
Los estados de cuenta en poder de EL UNIVERSAL también detallan pagos en hoteles cinco estrellas en Beverly Hills, estéticas de belleza como The Salon by Maxime en Rodeo Drive, del famoso estilista Maxime Salvador, que se precia de atender a celebridades de Hollywood, y en joyerías como Montblanc.
Así, el juicio contencioso-administrativo al que Gordillo Morales se enfrentó le fue notificado para una revisión a sus requerimientos de impuestos el 29 octubre de 2013 y le fue legalmente notificado el 30 de octubre del mismo año, estando presa en el Centro de Readaptación Social de Tepepan tras su detención durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
A la contribuyente se le requirió copia de los estados mensuales de las cuentas bancarias y de inversión nacionales a su nombre, los contratos de apertura y tarjetas de firmas que se tramitaron al abrir cuentas, y copia del comprobante laboral donde debía aclarar, ampliar y detallar el origen de todos los depósitos efectuados en las cuentas bancarias abiertas a su nombre.
Esto, con la finalidad de determinar si los ingresos en cuestión correspondían a sueldos y asimilados, actividades empresariales y profesionales, arrendamientos, enajenación de bienes, provenientes de dividendos o traspasos, o si se trataba de préstamos o donativos.
Se le reclamó un depósito por 650 mil pesos a la cuenta de cheques 60-50078945-2 de Banco Santander, y siete pagos a tarjetas de crédito y servicios, una emitida por Banamex número 5491380002199686 por 89 mil 500 pesos, y otra emitida por BBVA Bancomer número 4101810515817627 por 376 mil 503 pesos.
Los cinco pagos restantes correspondían a tarjetas emitidas por American Express, con número 376703848611005 y/o 376703848612003 por 3 millones 355 mil 162 pesos 46 centavos; la número 376662715013002 por 499 pesos con 99 centavos, la número 376662657023009 por un millón 265 mil 391 peso 58 centavos; la número 37007 41250241008 por 6 mil 199 pesos con 96 centavos, y la 376661280453007 por 2 millones 140 mil 349 pesos con 58 centavos.
Durante el juicio por adeudo, el SAT le embargó a la maestra cinco inmuebles ubicados en la Ciudad de México, una finca en Tlacopac 35, colonia Campestre, en la alcaldía Álvaro Obregón; un predio resultado de la fusión de los números 86 y 90 en la calle Edgar Allan Poe, en la colonia Polanco, así como un condominio en Dickens 30, colonia Polanco en la alcaldía Miguel Hidalgo.
También el inmueble situado en boulevard de los Virreyes 510, manzana 161 y el predio marcado en la fracción «A», lote 19, manzana 2, del fraccionamiento Bosques de las Lomas, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
La maestra contra el SAT
La demanda que Gordillo Morales entabló en contra del SAT fue interpuesta el 19 de abril de 2017 en la Séptima Sala Regional Metropolitana con sede en la Ciudad de México y fue contestada el 16 de junio del mismo año. Fueron admitidas las pruebas ofrecidas. El plazo límite para formular los alegatos fue al 2 de octubre de 2017.
Para acreditar su inocencia, Elba Esther Gordillo argumentó que las autoridades dejaron de valorar las pruebas aportadas al proceso de auditoría, así como las negativas del SNTE a atender sus pedimentos de la documentación contable, mediante la cual ella podía certificar el origen de los recursos a sus cuentas, así como los pagos a las tarjetas de crédito, derivado de los reembolsos por gastos de representación.
Fue hasta el pasado 22 de enero que el TFJA determinó declarar la nulidad de los actos de ejecución del crédito fiscal, a causa del ejercicio de facultades discrecionales y por vicios de forma.
La maestra Gordillo Morales logró demostrar que las resoluciones impugnadas y recurridas por la autoridad fiscal eran ilegales, que iban en contradicción al principio de buena fe en materia tributaria y se determinó que habían violado la garantía de audiencia y el derecho humano de acceso a la justicia.
El SAT aún cuenta con un cartucho por usar, el TFJA le da oportunidad de reponer el procedimiento y subsanar los vicios formales de los que adolecía y la exlideresa Gordillo Morales podrá solventar los requerimientos que le haga la autoridad recaudadora.