Joaquín Guzmán hizo saber a su abogado que está listo para enfrentar los 17 cargos que existen en su contra; dice que está enfermo y le racionan la comida; inicia juicio el 5 de septiembre
Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera advirtió, en voz de su abogado, que no está dispuesto ni a cooperar ni a lograr un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, y que está preparado para ir a juicio y enfrentar los 17 cargos que existen en su contra.
Tras una audiencia celebrada en la corte del distrito este de Nueva York, el abogado Eduardo Balarezo expresó que su cliente tenía la intención de leer una carta ante la corte para expresar precisamente sus intenciones, pero el juez decidió no permitirlo.
Guzmán “quería comunicar a su familia y a quien pudiera estar interesado en que quiere ir a juicio, que no está interesado en cooperar o en lograr un acuerdo con el gobierno. Está interesado en ir a juicio y a tener su día de justicia ante la corte”, señaló Balarezo.
Cuestionado sobre si ese mensaje era dirigido a alguien en particular, el abogado precisó que aquellos a los que iba dirigido el mensaje saben quiénes son.
El juez Brian Cogan fijó el inicio del juicio de Guzmán para el 5 de septiembre próximo, fecha en que comenzará a seleccionarse el jurado, cuyos miembros estarán protegidos durante la duración del proceso legal.
Durante la audiencia, Guzmán fue presentado con un traje azul marino de la prisión de alta seguridad en Manhattan, donde se encuentra detenido desde hace casi 13 meses, luego de su extradición desde México.
Demacrado, Guzmán pareció concentrarse durante la mayor parte del proceso en establecer contacto visual con sus dos hijas y su esposa, Emma Coronel, y lucía poco interesado en los procedimientos legales.
Hacia el final de la audiencia, sin embargo, Guzmán pidió a Balarezo: “dígale el problema que tengo de la cárcel, que estoy enfermo”. En lo que representa su primera declaración pública desde su extradición a Estados Unidos, añadió: “estoy enfermo por toda la situación”.
Balarezo intentó comunicar al juez lo que había manifestado Guzmán, pero Cogan indicó que el tema no estaba en la agenda, y que los asuntos a tratar debían ser notificado al menos con dos semanas de anticipación a la corte.
En declaraciones a los medios de comunicación fuera de la corte, Balarezo detalló que Guzmán sufre de “severos dolores de cabeza y vomita casi todos los días”. Reveló que a diferencia de otros presos, él no puede comprar comida adicional a la que le proporcionan diariamente.
Balarezo agregó que la temperatura es extremosa en la celda de Guzmán, donde hace mucho frío en el invierno y mucho calor en el verano. En esa celda, Guzmán pasa 23 horas encerrado, con una sola hora en que se le permite hacer ejercicio.
“Con esos dolores de cabeza (Guzmán) no se puede enfocar en preparar su caso. Una persona tiene derecho de ayudar con su caso a sus abogados”, se quejó Balarezo.
El abogado aclaró también que ha recibido un “pago parcial” para cubrir sus honorarios y los costos de asumir el caso de Guzmán, aunque aseveró que fueron pactados tres pagos. No precisó exactamente quién paga sus honorarios.
En la audiencia, Balarezo también comunicó la queja de Guzmán de que las cartas que mandaba y recibía de su familia se tardaban varias semanas en llegar a su destino.