Este martes comenzará el juicio del narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán con las declaraciones iniciales de los abogados en una corte federal de Brooklyn, en medio de una gran expectación pública y medidas de seguridad extraordinarias.
Fiscales federales afirman que como líder del Cartel del Pacífico, Guzmán, de 61 años, dirigió envíos enormes de heroína, cocaína, marihuana y metanfetaminas a Estados Unidos. El acusado enfrenta 17 cargos criminales y si es condenado podría ser sentenciado a cadena perpetua.
Además del contrabando de drogas a Estados Unidos, el Cartel del Pacífico ha jugado un papel importante en la violencia entre bandas rivales que ha asolado áreas de México y desafiado a varios gobiernos.
Más de 200 mil personas han muerto, muchas de ellas en riñas entre carteles, desde que el Gobierno mexicano envió tropas para enfrentar a las bandas de narcotraficantes en 2006.
Los abogados de Guzmán han señalado que pretenden restar importancia al papel de su cliente en el cártel y argumentar que los testigos de la fiscalía están motivados por el interés propio y que no son creíbles.
Guzmán, que escapó dos veces de cárceles de máxima seguridad en México, ha sido mantenido en confinamiento en solitario en Manhattan y fue transportado a la corte de Brooklyn en una caravana con fuertes medidas de seguridad.
La seguridad alrededor de Guzmán es tan estricta que la semana pasada el juez de distrito Brian Cogan le negó una petición de abrazar a su esposa antes del juicio.
El jurado permanecerá en el anonimato y será escoltado hacia y desde la corte por alguaciles armados. Los fiscales han dicho que esas medidas de seguridad son necesarias debido al historial de Guzmán de intimidar e incluso ordenar el asesinato de posibles testigos. Sus abogados han calificado esas afirmaciones como infundadas.