El 60 por ciento de las cuatro mil 523 playas en Estados Unidos presentan niveles de contaminación del agua que pusieron a los nadadores en riesgo de enfermarse al menos en una ocasión, reveló un estudio.
Los niveles de bacterias fecales detectados en las playas de 29 estados costeros y de los Grandes Lagos, así como en Puerto Rico, muestran que unos dos mil 627 sitios en todo el país excedieron este margen de seguridad de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA por sus siglas en inglés) al menos una vez en 2018, indicó.
El estudio “¿Seguro para nadar? Calidad del agua en nuestras playas”, elaborado por Environment America Research & Policy Center y Frontier Group, precisa que de esos sitios, unas 610 ubicaciones eran potencialmente inseguras en al menos una cuarta parte de las pruebas de bacterias.
“Nadar en la playa es una alegría primordial para el verano de millones de estadunidenses, pero claramente tenemos más trabajo que hacer para garantizar que el agua en todas nuestras playas sea segura”, dijo John Rumpler, director del Programa de Agua Limpia de Environment America Research.
Apuntó que «debemos invertir en infraestructura de agua que evite la contaminación para garantizar que las vías navegables de Estados Unidos sean seguras para nadar».
De acuerdo con la investigación publicada en el sitio web de Environment America Research & Policy Center, organización que se autodefine como dedicada a proteger el aire, agua y espacios abiertos, “las bacterias fecales pueden enfermar a las personas, especialmente con padecimientos gastrointestinales”.
“La natación en aguas contaminadas provoca un estimado de 57 millones de casos de enfermedades cada año, según un estudio del 2018 de la revista Environmental Health”, refiere el informe.
“Nuestro análisis de cerca de 200 mil resultados de muestreo revela amenazas a la salud pública en las playas de todos los rincones del país, desde Maine hasta Hawai», afirmó Gideon Weissman, de Frontier Group, coautor del informe.
“Ya no es suficiente advertir a los nadadores cuando las playas pueden ser inseguras, especialmente cuando hay pasos que podemos tomar hoy para reducir la amenaza de contaminación bacteriana en nuestros canales», destacó.