EE UU extradita a México al exgobernador priista César Duarte

El exmandatario de Chihuahua, encarcelado en Florida desde 2020, será procesado en su país por corrupción y desvío de fondos por al menos 120 millones de pesos

César Duarte rendirá cuentas ante la Justicia en México. El exgobernador priista de Chihuahua llevaba prófugo desde 2017, poco después de terminar su mandato, acechado por una veintena de denuncias por corrupción. En julio de 2020 fue detenido en Florida donde ha estado encarcelado hasta ahora. Las autoridades estadounidenses han puesto en marcha este jueves el proceso de extradición y Duarte podría ser presentado hoy mismo ante un juzgado de Chihuahua. El exgobernador, uno de los exponentes en su día de la supuesta renovación del PRI liderada por el expresidente Enrique Peña Nieto, está acusado de desviar al menos 120 millones de pesos.

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La extradición de Duarte había sido aceptada ya por una jueza de Miami hace casi dos años. El traslado se ha retrasado debido a que los los abogados del exgobernador agotaron todos los recursos ante la decisión de la jueza, que había declarado como “creíbles” los delitos de corrupción imputados por el gobierno mexicano. En concreto, Duarte está acusado, entre otras cosas, de peculado y desvío de fondos públicos, por haber endeudado al Estado de Chihuahua en más de 48.000 millones de pesos y por haber desviado al menos seis millones y medio de dólares (unos 120 millones de pesos) hacia dos empresas: Unión Ganadera Regional General División del Norte de Chihuahua y Financiera de la División del Norte. Asimismo, se le acusa de haber desviado otros 250 millones de pesos para campañas políticas del PRI.

La Justicia estadounidense constató en su respuesta a la solicitud de extradición de hace dos años que existen testigos que prueban la responsabilidad de Duarte, que gobernó Chihuahua de 2010 a 2016, como el cerebro que ordenaba los desvíos millonarios de las arcas públicas. El Gobierno mexicano lanzó en 2018 una orden de captura y pidió a la Interpol que emitiera una ficha roja, lo que permitió su detención en 2020. La Cancillería mexicana ha publicado un comunicado donde subraya que “la entrega realizada el día de hoy es el resultado de la colaboración estrecha entre ambos países que desde el año 2019 han venido intercambiando información y documentación en el marco del tratado de extradición bilateral aplicable”.

Duarte fue uno de los tres jóvenes gobernadores que el expresidente Peña Nieto ponía públicamente como ejemplo de renovación dentro de la vieja maquinaria priista. Los otros dos eran el mandatario de Veracruz, Javier Duarte, y el de Quintana Roo, Roberto Borge. Todos fueron poco a poco siendo expulsados del partido por los escándalos de corrupción y todos están hoy encarcelado por el desfalco millonario de las arcas de sus estados. El fallo de la jueza de Miami estableció, tras tomar declaración al exsecretario de Finanzas del Estado y revisar la documentación bancaria y fiscal del exgobernador, que existe “evidencia circunstancial de que Duarte intentó privar al Estado de Chihuahua de los fondos, y que lo hizo para beneficio propio”.

Duarte será entregado en primera instancia ante un juez de Chihuahua, pero no está descartado que la Fiscalía General de la República (FGR) decida atraer el caso hacia el ámbito federal, tal y como apuntó la actual gobernadora de Chihuahua, la panista Maru Campos, en un vídeo subido a sus redes sociales poco después de conocerse la activación de la extradición. Además de los cargos probados por la justicia estadounidense, en México el espera otro aluvión de acusaciones. Su sucesor, el también panista Javier Corral, lo acusa de desviar alrededor de 1.200 millones de pesos (más de 60 millones de dólares) durante su Administración. El exgobernador también fue señalado de desviar alrededor de 250 millones de pesos (12 millones de dólares) del erario público para financiar las campañas del PRI en 2016.

Además, se le responsabiliza de aumentar la deuda estatal hasta 48.000 millones de pesos (2.500 millones de dólares) y de desfalcar más de 6.000 millones (320 millones de dólares). El grueso de las denuncias lo acusan de malversación de fondos. La prensa mexicana da cuenta de 11 órdenes de captura contra el político. En 2018, la Procuraduría General de la República, predecesora de la FGR, desechó una denuncia contra Duarte por el desvío de 65 millones de pesos.

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