El presidente electo de Estados Unidos asegura que su plan es dedicarse por completo a gobernar y evitar sospechas de conflictos de interés
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que abandonará “por completo” sus vastos negocios para enfocarse en dirigir al país.
Añadió que ofrecería detalles del plan el 15 de diciembre en una rueda de prensa con su familia.
Bajo la presión de evitar cualquier apariencia de conflicto de interés, Trump anunció sus planes en una serie de mensajes en Twitter, pero no explicó con exactitud qué hará con sus activos.
“Celebraré una gran conferencia de prensa en Nueva York con mis hijos el 15 de diciembre para referirme al hecho de que estaré dejando mis grandes negocios por completo para centrarme en gobernar el país y ¡HACER ESTADOS UNIDOS GRANDE OTRA VEZ!”, afirmó Trump en su cuenta de Twitter.
El magnate inmobiliario aseguró que aunque la ley no le obliga a alterar su relación con sus negocios, pretende demostrar transparencia en su imagen.
“Creo que, como presidente, es visualmente importante no tener conflictos de interés con mis variados negocios”.
“Por tanto, se están elaborando documentos legales que me dejan totalmente fuera de las operaciones empresariales. ¡La presidencia es una tarea mucho más importante!”, agregó.
Exigen transparencia
Desde su triunfo en las elecciones presidenciales, la relación de Trump con su enmarañado empresarial se tornó una preocupación evidente tanto de su equipo de transición como de la oposición.
El millonario opera su equipo de transición desde sus oficinas empresariales en el corazón de Nueva York.
En declaraciones formuladas hace una semana al diario The New York Times, Trump aseguró que su gobierno no será arruinado por conflicto de intereses con sus empresas.
“En teoría no podría seguir con mis empresas perfectamente y gobernar perfectamente. No ha habido nunca un caso así”, dijo.
También adelantó que pensaba en diseñar “algún tipo de fideicomiso” para administrar sus negocios mientras él se encarga de la Casa Blanca.
En efecto, la normativa vigente determina que el presidente estadunidense no puede recibir regalos o “salarios” de un gobierno extranjero, pero no veta que pueda hacer negocios con asociados extranjeros.