El tiempo pasa, pero a sus a sus 37 años el alemán sigue siendo el alma y espíritu del basquetbol en Dallas
El tiempo pasa; jugadores van y vienen. Y una de las pocas, sino la única constante los últimos años para los Dallas Mavericks tiene nombre y apellido: Dirk Nowitzki.
Nowitzki demostró el miércoles que en una buena noche todo se puede resolver para sus Mavericks sin DeAndre Jordan, Tyson Chandler o como quiera que se llamen los centros de la NBA.
A sus 37 años, el alemán sigue siendo el alma y espíritu del basquetbol en Dallas, a pesar de que durante los últimos cuatro años el objetivo de su entrenador, Rick Carlisle, y del dueño del equipo, Mark Cuban, sea bajarle la carga laboral en todos los aspectos.
“Dirk ha cuidado su cuerpo como nadie jamás ha hecho”, dijo Cuban. “Tiene 37 años, juega su temporada 18 en la NBA, pero físicamente está como si tuviera 30 o 31, en especial a la ofensiva”.
“A la defensiva tal vez tiene más problemas ahora”, agregó. “Ya no tiene la velocidad y tal vez tampoco la intensidad que cuando tenía 25 años. Pero Dirk aún puede jugar al mejor nivel”.
Eso quedó demostrado, sin problemas, en el juego que ganaron a Los Angeles Clippers, cuando casi todos dentro y fuera de la arena estaban más preocupados por el enfrentamiento con DeAndre Jordan, el centro que aceptó un contrato verbal como agente libre, sólo para retractarse cinco días después el verano pasado.
Mientras todos observaban con lupa cómo se desempeñaba Jordan y la manera en que era repudiado por la afición, Nowitzki trabajaba de manera silenciosa; como ha hecho siempre.
Consiguió 11 rebotes y 31 puntos, pero los últimos tres cuando anotó con 1:05 minutos para poner a sus Mavericks con cinco puntos de una ventaja que ya no perderían jamás, fue un “flashazo” del pasado.
“Saben, me siento bien ahora mismo”, dijo Nowitzki, quien logró su primer partido con más de 30 puntos desde el 1 de abril del 2014. “Trabajé mucho este verano. Jugué en Europa todo el verano así que estoy en condiciones decentes y espero poder seguir acarreándolo hacia acá”.
“Es un año muy largo”, agregó. “Espero mantener mi ritmo de disparos y que estos muchachos me sigan encontrando en buenos lugares. Por cierto la última canasta (el triple) fue de pura suerte…”.
El desempeño de Nowitzki fue superior en los momentos más trascendentes al de cualquier otro jugador en la cancha.
“Eso fue increíble”, dijo el nuevo guardia Wesley Matthews, quien se está convirtiendo rápido en uno de los consentidos de la afición en el American Airlines Center. “Necesitábamos mucho de Dirk. Pero eso pasó cualquier expectativa. Yo lo he visto jugar desde hace muchos años. Y ese es el Dirk que se ganó ya un lugar en el Salón de la Fama”.
“Fue la firma de Dirk para ganar partidos”, agregó. “Creo que eso nos ayudará a todos para darnos cuenta de que podemos ser mejores de lo que hemos sido hasta ahora”.
Mathews anotó 25 puntos y seis rebotes en su primera jornada con partidos en días consecutivos, apenas ochos meses después de que se fracturó el Talón de Aquiles.
“Sólo estoy feliz de que ganamos”, mencionó Matthews. “Necesitábamos un juego como este para subir nuestra moral, para nuestros aficionados y para dejarle saber a todos que podemos jugar y competir”.
“Podemos vencer al mejor en el Oeste y competir con los mejores en el Oeste”, agregó. “En general fue un buen partido”.
Para los Mavericks más allá de una dulce victoria por el contexto, incluida una derrota la noche anterior contra los New Orleans Pelicans, que ni siquiera habían ganado un juego, o la paliza que recibieron en Los Ángeles de parte de los Clippers en el segundo juego de la campaña.
“Creo que los ‘dioses del basquetbol’ estuvieron de nuestro lado”, dijo el entrenador Carlisle. “Hoy fue una de esas noches que no suceden tan a menudo últimamente, pero que pueden unir a un grupo que jugó junto y que encontró la manera de ganar”.
“Fue una victoria importantísima”, sentenció.
Dallas recibe este viernes por la noche a Los Angeles Lakers en su cuarto partido en seis noches.
Para su buena fortuna, los Lakers atraviesan un arranque de temporada para el olvido. Tienen marca de 1-7 y Kobe Bryant ha faltado a los dos partidos más recientes por molestias en la espalda.
Los Lakers cerrarán una gira de cinco partidos en Dallas que los ha derrotado las últimas ocho ocasiones que los enfrentó.
“Hay que tener cuidado, sólo hay que recordar lo que sucedió en New Orleans”, dijo Carlisle. “Esto es la NBA y todos aquí son jugadores profesionales. Necesitamos un triunfo en nuestro próximo partido (contra los Lakers) o de nada habrá servido la victoria de esta noche (miércoles)”.