Los detenidos son los sacerdotes Nicolás Corradi, de 82 años, y Horacio Corbacho, de 55
Los curas católicos y tres empleados de una escuela para niños con problemas de audición fueron detenidos en la provincia argentina de Mendoza por el presunto abuso sexual de al menos ocho alumnos, una investigación que por la catarata de testimonios que acumula podría alcanzar grandes proporciones.
Los detenidos son los sacerdotes Nicolás Corradi, de 82 años, y Horacio Corbacho, de 55, del Instituto Antonio Próvolo para niños con hipoacusia de la localidad mendocina de Luján de Cuyo, unos mil 65 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
Además están arrestados tres hombres que realizaban tareas administrativas y de limpieza en la institución, cuyas identidades no fueron reveladas.
Los detenidos son investigados por la supuesta comisión de los delitos de abuso sexual agravado por la guarda y maltratos físicos. Muchas de las víctimas residían en el establecimiento educativo como internados porque provenían de localidades alejadas.
“Esto parece la caja de Pandora: cada minuto que pasa vamos viendo características y circunstancias distintas, de distintos hechos… Estoy francamente azorado del curso que está tomando la investigación», dijo el procurador de la Corte Suprema de Mendoza, Alejandro Gullé, a medios de prensa.
“Son muchos los que se han puesto en contacto y van a venir a brindar testimonio», indicó Gullé.
Aclaró que por ahora se cuenta con «prueba testimonial, ya que es difícil encontrar otras a esta altura, y cabe ver si se corresponden los testimonios (con los hechos denunciados), que hasta ahora sí se corresponden».
El gobierno de Mendoza intervino el colegio, suspendió las clases y pidió a la justicia que ningún miembro de la congregación tenga contacto con los alumnos. Además ordenó la suspensión del servicio de albergue.
El fiscal que investiga el caso, Fabricio Sidoti, dijo a Radio Mitre de Mendoza que está tomando declaraciones «testimoniales de alumnos y padres» que sospechan que sus hijos fueron sometidos a prácticas de sexo oral, manoseos y violaciones durante los últimos 10 años.
Sobre el cura mayor de 80 años señaló que ha decidido dejarlo detenido aunque estimó que la defensa podría pedir su arresto domiciliario.
AUTORIDADES RELIGIOSAS OFRECEN COOPERACIÓN
El Arzobispado de Mendoza manifestó en un comunicado su indignación por los hechos y su solidaridad con las víctimas. Afirmó que fueron informadas «las autoridades del Instituto (que es de Derecho Pontificio), quienes deberán iniciar el debido proceso canónico establecido por la Iglesia para estos delitos denunciados».
Asimismo indicó que se brindará toda la cooperación a las autoridades judiciales para el esclarecimiento de los hechos.
El vocero del arzobispado, Marcelo de Benedectis, indicó a la prensa que el instituto tiene «sus propias autoridades» y señaló que un provincial de la congregación de Próvolo en la ciudad de La Plata, 60 kilómetros al sur de Buenos Aires, está en camino a Mendoza para informarse de lo ocurrido.
“Hoy por hoy va a tomar la conducción del tema la congregación misma. Si se nos pide colaboración seguro que lo vamos a hacer», sostuvo.
Los presuntos casos de abuso salieron a la luz gracias a la senadora provincial Daniela García, quien días atrás fue contactada por una presunta testigo de los hechos que necesitó una intérprete para poder exponer su relato.
“Fue la primera vía para que luego se acercaran otros testigos y víctimas para denunciar lo que estaba sucediendo», señaló García.
Aparentemente el anciano sacerdote detenido había sido denunciado por abusos de menores en el Instituto Antonio Próvolo de Verona, en Italia, tras lo cual fue transferido a Argentina. De Benedectis sostuvo que la iglesia mendocina desconocía esta información.
La legisladora señaló que «el caso es complejo porque los menores denuncian a través de intérpretes» y elogió la labor de éstos porque «les han dado la fuerza para que lo hagan».
Se investiga si los delitos sexuales ocurrían por la noche en una pequeña dependencia separada del edificio principal de la escuela.