Yo creo que lo más importante en la vida es cuidar a tu familia y a tus amigos. Siempre me he pronunciado en pro de la amistad, porque creo firmemente en que este conjunto de personas son lo único que realmente tienes al final de todo.
Sin embargo, hay momentos en los que tienes que hacer un alto para darte cuenta de que hay un amig@ que antes era todo para ti y ahora no encuentras un sólo click entre ustedes, e incluso tenerle cerca ya no te hace sentir cómod@.
Hace diez años conocí a una persona con la que formé una amistad muy cercana, vivimos juntos, estudiamos juntos, viajamos juntos, sufrimos juntos mientras compartíamos una bebida… Compartimos la vida en pocas palabras, los años pasaron y mi mente creó la idea de que nuestra relación sería para siempre.
Pero llegó un día en que lo miré y no había más de esa magia que teníamos en el pasado. Uno muestra parte de lo que ES en sus amigos, y él ya no reflejaba lo que yo era. Yo había cambiado, maduré, de diferente formal tal vez, pero mi manera de ver las cosas ya no estaba en sintonía con la suya.
Y no me malinterpreten, eso no es algo malo, tener gente que te dé diferentes puntos de vista es genial porque ves las situaciones desde diferentes espejos, pero este espejo ya no sólo no me reflejaba, si no que me hacía sentir mal con sus comentarios, acciones y actitudes. Ya no me ayudaba como se supone tendría que hacerlo.
Entonces llegó el momento de plantearme, con todo el dolor de mi corazón, la opción de dejarlo atrás, tomar los buenos recuerdos y las enseñanzas para conservarlas cerca, pero a él lejos. No estaba desechando una amistad, no estaba tirándolo como lo haces con algo que usas, yo estaba liberándome, estaba decidiendo retirarme de esa amistad porque no podía manejarla. Y no era culpa de él, pero está bien alejarte de lo que ya no te hace feliz, de lo que no te da lo que tú esperas o necesitas… Está bien terminar algo que te molesta.
Para hacerlo, investigué cómo hacer el proceso más llevadero, cómo preparar el terreno y hacerlo más fácil parar todos y encontré un magnifico articulo del terapeuta Mario Guerra que voy a digerirte aquí:
Primero debes saber que no hay forma de terminar una amistad con cero consecuencias, pero hay formas de hacerlo que sean sanas para ambas partes. Por ejemplo, no debe hacerse desde el enojo, sobre todo si es un buen amigo (como lo es en mi caso), lo ideal es darle derecho de réplica, hablar con esa persona para dejar las cosas claras: di lo que no te gusta, y no le pidas que cambie, ni le pongas reglas; si responde favorablemente quiere decir que ese amigo valora tu amistad tanto como tú y el problema puede tener solución.
Pero si después de esto no tienes una respuesta que te agrade, lo siento, pero entonces tienes que plantearte la idea de terminar esa amistad. Hay ocasiones en que cortar por lo sano y alejarnos es la mejor opción. Los amigos también se idealizan, y te decepcionan; y los amigos también se dejan ir…
Los métodos podemos resumirlos en dos: 1) Puedes ser directo y hablar las cosas desde la verdad, decirle de frente que ya no puedes ser su amigo, que ya no sientes que su relación esté aportando a ninguno de los dos y que no puedes continuar con esa amistad; aunque esto tiene sus pros y sus contras, porque ser directo puede ayudarte a acelerar las cosas pero también puede enojar al otro y eliminar la posibilidad de retomar la amistad en un futuro.
2) Hacerlo de manera lenta, es decir, ir dejando secar la amistad, como con una planta que no riegas; no contestar los mensajes rápidamente, incluso no contestar algunos, aplazar citas, o irlas cancelando; reducir lapsos de tiempo y momentos que le dedicas a esa persona; obviamente esta forma también tiene sus pros y contras, como pros, es una manera más delicada de hacer las cosas, te deja con la opción abierta para regresar a esa amistad más adelante y evitas la confrontación o hacer sentir mal a la otra persona pero también puede dejar al otro con muchas dudas y forzarte a ser deshonesto cuando tienes que inventar pretextos, ademas de que esto termina siendo una decisión unilateral.
Se cual sea tu decisión y tu situación, debes saber que no estás siendo una mala persona. Debes tener claro que una amistad no es “a fuerzas”, no hay nada malo en entender que simplemente esa persona ya no te cae bien. Es una decisión difícil y dolorosa en muchos casos por todo lo que compartimos con nuestras amistades, pero sé consciente de que si algo ya no aporta paz a tu vida, simplemente ya no lo necesitas.
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