Por segundo domingo consecutivo, la Iglesia Católica en México dedicó la misa en la Basílica de Guadalupe a los médicos, enfermeras e investigadores que luchan contra la pandemia desatada por el Covid-19.

Al celebrar la misa dominical a puerta cerrada y sin la presencia de fieles, el  arzobispo primado de México, cardenal Carlos Aguiar Retes, pidió a los católicos vivir este tiempo con esperanza y reconocer que ante la difícil situación que enfrenta el planeta, todos somos necesarios.

La pandemia está provocando que nos necesitemos todos, colaborando de distintas maneras por el bien de la comunidad, así considerado podremos también nosotros expresar como Jesús: ésta pandemia no acabará en la  muerte sino que servirá para la gloria de Dios, para que el hijo de Dios sea glorificado por ella; por eso, ante la tristeza, la angustia, el dolor, el sufrimiento, vivamos con esperanza esta pandemia», indicó en la homilía el cardenal Aguiar.

A siete días de iniciar la conmemoración de la Semana Santa, el cardenal exhortó a la feligresía a ser fuertes en la fe para poder ser testigos del amor de Dios a los humanos, tal como ocurrió en el pasaje donde Jesús resucitó a Lázaro, hermano de Martha.

Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) invitó  a sacerdotes y al pueblo cristiano a participar en la Jornada Nacional Penitencial el próximo viernes 3 de abril, conocido tradicionalmente como Viernes de Dolores, último día de la Cuaresma.

Ese día sus participantes iniciarán su participación con un ayuno, oraciones y súplicas para acabar con la pandemia del Covid-19.

La jornada también contempla actos de penitencia como obras de caridad, devociones, abstinencia y una hora santa penitencial que podrá ser seguida a través de las distintas plataformas digitales de la arquidiócesis de México.