De ser prestadas a México piezas arqueológicas y documentos históricos, serán devueltas a Europa

México es un país que cumple su palabra y jamás ha actuado con engaños. Si se solicitan a países e instituciones europeas piezas arqueológicas y documentos históricos en calidad de préstamo, no debe existir temor de que no se van a devolver; se van a retornar, se cumplirá, hay mecanismos jurídicos para todo ello, afirmó el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto.

El fin de semana pasado, el nuncio apostólico Franco Coppola dijo en rueda de prensa en Veracruz que el Vaticano no prestará los tres códices ni mapas de Tenochtitlan que posee porque unos juristas me dijeron que a México no se le puede prestar nada porque la ley impide regresar las cosas que se le prestan porque son monumentos históricos. De enviarse, esas piezas se convertirían en regalos.

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El presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó a varios países europeos, por conducto de su esposa, Beatriz Gutiérrez-Müller, quien viajó a ese continente, varios objetos para exponerlos en las conmemoraciones de 2021 por los 200 años de la Independencia de México, los 500 de derrota del Imperio Mexica y los 700 de la fundación de México-Tenochtitlan.

El director del INAH puntualizó que el país no está en riña con nadie. Al contrario, siempre abonamos por la fraternidad solidaria y la colaboración entre los pueblos.

Aclaró que además de lo solicitado como préstamo, también se pide la devolución de varias piezas que forman parte del patrimonio nacional y el presidente recurrirá a la Organización de Naciones Unidas para hacerlo.

Ambas posturas, consideró, no se contraponen, pues la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, en el último párrafo de su artículo 16 indica que el INAH promoverá́ la recuperación de los monumentos arqueológicos de especial valor para la nación mexicana que se encuentran en el extranjero.

Entonces, “no debe ser extraño que nuestro país busque la repatriación de bienes. Es una tarea de Estado. Así lo hacen todos los países y eso no significa que alguien se pueda molestar o tener miedo, porque lo último que haría México es actuar con engaños.

“Nuestro patrimonio forma parte de las culturas del mundo, es universal y tan somos generosos que ahora tenemos una hermosísima e importante exposición sobre los olmecas en París, y otra muy importante en Viena sobre los aztecas.

Eso acredita que las peticiones no se han realizado con dolo ni con espíritu de confrontación con nadie. Simplemente estamos atendiendo una tarea de Estado que está marcada en la ley y que habla de la necesidad de recuperar bienes de nuestro patrimonio, como lo hicimos el año pasado con los 594 exvotos mexicanos que Italia devolvió sin ninguna condición y hay otros bienes en proceso de repatriación.

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