La tasa de empleo informal en Aguascalientes alcanza a 43 de cada 100 trabajadores.
Gustavo Granados se comprometió a promover una nueva reforma fiscal que garantice más beneficios a las empresas que se incorporen a la economía formal del país, reduzca los costos de esa formalización y mejore los métodos de cumplimiento con las instituciones.
La base de contribuyentes debe ampliarse para beneficio de la economía nacional, pero a la vez para consolidar actividades productivas y un mejor nivel de vida para los mexicanos, agregó.
Explicó que se revisará además el subsidio para el empleo, que no ha sido actualizado en los últimos 10 años, con la finalidad de mejorar los incentivos laborales como parte de un conjunto integral de medidas para promover la formalidad en todas las actividades productivas, de comercio y servicios.
Ello incluirá hacer más eficiente el esquema fiscal y legal para que la formalidad de empresas y trabajadores signifique no solo la posibilidad de estar apegados a la ley, sino especialmente beneficios tangibles para la producción y la ocupación.
Durante su encuentro con micro y pequeños empresarios, así como jefes de familia y jóvenes que ejercen diferentes oficios, el candidato del PRI a senador destacó que el fomento a la economía formal no será un combate, sino una invitación a alcanzar los beneficios de una unidad productiva estable y legal.
Al respecto, destacó que tan solo en Aguascalientes, la tasa actual de ocupación laboral informal alcanza a más de 43 de cada cien trabajadores; lo cual es signo de la vulnerabilidad en que se desempeñan ya que ejercen actividades por las que no cuentan con seguridad social ni prestaciones.
Gustavo Granados subrayó que ese es el principal interés del fomento a la formalidad por lo que las propuestas legislativas del PRI están encaminadas además a aumentar el conocimiento sobre el Régimen de Incorporación a la Seguridad Social, (RISS), que ofrece tasas de aportación reducidas para los trabajadores que se integren al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En ese sentido expuso que debido a que el sistema de pensiones contributivas sólo incluye a los trabajadores con empleo formal, una gran parte de la población en edad de trabajar queda fuera. Además, la movilidad entre el sector formal e informal es alta, lo cual genera vacíos de contribuciones significativos.
Las tres líneas referidas para reducir la informalidad dan lugar a reducir los incentivos a la proliferación de empleos informales e ilegales, y corregir las distorsiones del sistema actual que grava al trabajo formal y subsidio al empleo informal, agregó.
Subrayó que el problema de la informalidad es grave y con consecuencias evidentes, pues perpetúa la precariedad de las familias al ofrecer sueldos bajos y que además no tienen protección alguna.
La falta de actualización del subsidio para el empleo hace que el empleo asalariado formal sea cada vez menos atractivo para los trabajadores de bajos ingresos.
Los parámetros del subsidio para el empleo, en términos nominales, no han cambiado desde el 2008. Por lo tanto, el valor real del subsidio disminuye en el tiempo y, si el salario nominal de un trabajador sube conforme a la inflación, el trabajador puede perder el derecho al subsidio.
Por esta razón, a menos que haya un cambio en la ley del ISR, la tendencia de un creciente desincentivo al empleo formal asalariado continuará hasta que la inflación haga que, aún con el salario mínimo, un asalariado formal no reciba el subsidio para el empleo.
Debido a que el sistema de pensiones contributivas sólo incluye a los trabajadores con empleo formal, una gran parte de la población en edad de trabajar queda fuera. Además, la movilidad entre el sector formal e informal es alta, lo cual genera vacíos de contribuciones significativos.