Cruceros de lujo mantienen “aprisionados” a pasajeros por contagios de coronavirus

El crucero «Diamond Princess», ancló frente a las costas de Yokohama el lunes 3 de febrero por la noche, este jueves, se le permitió desembarcar a los pasajeros enfermos por coronavirus.

Los médicos realizaron 273 pruebas sobre las más de 3.700 personas que están a bordo después de que fuera detectada la enfermedad en un hombre que había descendido del buque en Hong Kong en enero.

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Miles de pasajeros y tripulantes se han visto condenados este jueves a permanecer bloqueados a bordo de dos cruceros en Asia, tras detectarse casos del coronavirus que ha provocado centenares de muertes en China y provoca preocupación en el mundo.

En el «Diamond Princess», mantenido en cuarentena frente a Yokohama, cerca de Tokio, el número de casos declarados a bordo se duplicó este jueves, alcanzando a 20. Para miles de pasajeros, el viaje en el crucero de lujo se ha vuelto puro hastío al quedar confinados por un periodo que podría alcanzar a 14 días.

El miércoles, se obtuvieron 31 resultados, entre los cuales diez positivos.

Este jueves de noche, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, señaló que otro gran buque de crucero, el «Westerdam», se dirige a puerto con un caso comprobado de pasajero infectado.

Añadió que a los extranjeros a bordo del barco, con capacidad para 3.000 pasajeros y tripulantes, no se les permitirá desembarcar.

Por su parte, el ministro de Salud, Katsunobu Kato, declaró ante el Parlamento: «contamos con 71 resultados de pruebas adicionales de coronavirus, diez de las cuales dieron positivo».

Alrededor de la mitad de los pasajeros del crucero son japoneses. Los 10 nuevos casos detectados afectan a japoneses, estadounidenses, canadienses, un neozelandés y un taiwanés, según el ministerio.

Prisión flotante

Interrogados por medios de comunicación, varios pasajeros mencionaron que hay cierta confusión a bordo y un gran aburrimiento, puesto que están obligados a permanecer en sus camarotes para evitar eventuales contactos con personas enfermas.

«Estamos confinados aquí a tiempo completo», señaló el británico David Abel en un video colgado en Facebook. «La comida ha cambiado por completo. ¡Ya no estamos en un crucero de lujo! (…) Comienza a parecer una prisión flotante», añadió.

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