El psicólogo y autor de best-sellers Walter Riso en su libro “Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido”, te entrega recomendaciones para dejar de pensar en tu ex y de sufrir por él.
En esta guía puedes descubrir lo mucho que te pueden influir algunos amigos tóxicos para seguir enganchada al pasado, o que recurrir a la dignidad es la mejor recomendación para superar el duelo que y si quieres prepararte para disfrutar del amor, empieza por enamórarte de ti mismo. “Si no te quieres no pondrás límites, te sentirás menos que tu pareja. No entenderás que el amor inteligente es de ida y vuelta. Sin reciprocidad el amor deja de ser democrático”, sugiere Walter Riso.
El buen amor según Walter Riso se define por tres factores:
Tener sexo: Disfrutar sexualmente es lo que más une.
Ser mejores amigos: Si hay una buena comunicación entre ambos, comparten proyectos de vida comunes y el sentido del humor, sentirán que son los mejores amigos.
Cuidarse mutuamente: Si su dolor te duele y su alegría te alegra, estás amando en profundidad y, si sientes que también te aman así, estás en una buena relación.
Con respecto a los factores, Riso explica que “cada pareja define su proporción, pero siempre debe haber Eros. Poder desear a tu pareja y disfrutar de ella sexualmente, sin excusas ni peros. Además que haya amistad y ternura, si se quiere tener una buena relación. Hablo de proporción y no de ausencia de alguno de los tres factores que mencioné”.
A su juicio, hasta las mejores relaciones pueden acabar. Quizá porque no la cuidamos, o tal vez porque esas tres premisas dejaron de ser reales. Cuando no atentaron con tu dignidad y tu pareja quiere y te quiere de verdad se puede luchar entre los dos, explica Riso.
Por el contrario, agrega si la relación ha sido mala y dañina, a veces no es tan difícil olvidar. “Pero mucha gente crea vínculos basados en el apego, tienen miedo a quedarse afectivamente solas o generan una baja en la autoestima y creen que nunca más nadie las amará. Con esas premisas la separación se convierta en una pérdida importante, un duelo”, plantea.
Asimsimo, sugiere, si la otra persona no quiere luchar “es mejor aprender a perder. Empaca y vete”.
Para superar ese desamor y olvidar con toda la dignidad y el cariño posible a tu ex, recomienda:
Olvida el miedo a estar solo. “No nos enseñan a manejar la soledad. La asociamos a desolación, que no es lo mismo. La desolación es la destrucción del otro, de los demás. La soledad es el espacio donde estás contigo, con tu propio ser, y sabiéndolo manejar puede ser constructivo. La desolación es destierro afectivo. Si hay amor es una pérdida y por lo tanto tiene las connotaciones de duelo. Como ya dije, si la relación era un desastre, el duelo no cabe; quizás un festejo.
Algo que te puede pasar es que quieras mirar el Facebook (o cualquier otra red) de tu ex. ¿Es conveniente o todo lo contrario? “Hay que cortar toda relación, incluso y especialmente las de las redes sociales, a las cuales podemos tener acceso inmediato. Mirar el Facebook a veces es como poner la cabeza en la boca del león. Por ejemplo, si te enteras de lo feliz que está el otro, mientras tú estás sufriendo, o descubres que ella o él tienen una nueva pareja y se le ve “feliz”. No. Hay que fomentar la “desinformación” informática. Cuánto menos sepas de tu ex, mejor”.
¿Cómo se cura el desamor? “Uno no se “cura” porque no está enfermo. Uno sale a flote, se reinventa, acepta, resuelve, procesa. La primera etapa es aturdimiento/negación, la segunda es anhelo/persecución, la tercera búsqueda de explicaciones, la cuarta es ira/indignación, la quinta es culpa, la sexta tristeza/depresión y la última aceptación/crecimiento. Uno “sale”, no se “cura”, porque no es una enfermedad”.
¿Qué dice de ti que te cueste tanto olvidar a tu ex, eres demasiado dependiente? “Dependiente, miedo a que no te vuelvan a querer, a que no hiciste las cosas bien, a quedarte solo o sola, a no aceptar la realidad, y así podría seguir. Pero hay un elemento principal: la esperanza. La ilusión que todo va a recomenzar maravillosamente bien, cuando los hechos muestran que deberías aprender a perder y seguir con todo. Si no puedo vivir sin ti, si lo eres todo para mí, si eres más importante que yo como persona, si me doblego, te prendo velas y negocio con mis principios por amor, entonces no tengo una pareja, tengo un amo o un semidiós”.
Ojo con los amigos tóxicos. “Los descubrirás porque son los que te hunden en vez de sacarte, te deprimen, ponen en dedo en llaga sin anestesia, señalan tus errores todo el tiempo, no se ponen en tu lugar, no te entienden así se lo expliques cien veces. Parecen que te tienen lastima o rabia en vez de afecto. El buen amigo o amiga te ayuda”.
¿Un clavo saca a otro clavo? “Pienso que es mejor esperar a quedar libre internamente, sanado o sanada, que no haya lastres afectivos para que la nueva la relación pueda prosperar. Un clavo no saca a otro, por lo general los dos quedan dentro”.
¿Por qué nos gusta tanto castigarnos e incluso sufrir en el amor? No es cierto. A la gente no le gusta sufrir por amor. Lo que suele ocurrir es que tienen un déficit en su manera de amar y si no lo resuelven tropiezan con la misma piedra. Pero no porque quieren, sino porque no pueden encontrar un camino saludable.
¿Cuál es la señal de que vas por buen camino en el camino del olvido? “Que no sepas nada de ella o él y no desesperes, sino que sigues con tu vida, así duela a veces”.
Para terminar, ¿es posible ser amigo de tu ex? “Si no ha habido heridas profundas, ni violación de los derechos y el desamor ha sido de parte y parte, quizás sea posible. En mi experiencia clínica, solo un 10% lo logra. No es fácil”.