El entrenador en jefe de los Carolina Panthers, Ron Rivera, asumió la defensiva este lunes cuando le cuestionaron cómo manejaron el duro golpe que se llevó Cam Newton a la cabeza en la victoria del domingo sobre los New Orleans Saints.
Durante el tercer cuarto, Newton se mantuvo en el campo por tres jugadas y completó la serie de touchdown antes de ser evaluado por una conmoción en el vestidor.
Aquí nos apegamos a las reglas, sostuvo Rivera, cuyo equipo mejoró a 12-0. No cuestionen mi integridad cuando se trata de esas cosas, ¿está bien? Entiendan eso. Traté de ser tan claro como pude cuando respondí sus preguntas [el domingo]. Y cuando hago eso, lo menos que pueden hacer es brindarme la cortesía de la credibilidad, ¿está bien?
Lo tomo muy en serio. No depende de mí hacer esas decisiones y esas llamadas. Depende de los médicos, sólo para que lo entiendan. Estoy siendo muy, muy directo con esto y muy claro, porque me causa molestia. Yo no soy el doctor, ¿está bien? No soy quien toma esas decisiones. Tenemos un protocolo. Nos apegamos al protocolo.
Los árbitros valoraron que Newton estaba bien para seguir en el juego durante un tiempo fuera, el cual vino luego que el mariscal de campo de 5° año fue impactado por el apoyador Michael Mauti mientras trataba de anotar en acarreo del lado derecho.
La NFL giró un comunicado indicando que Newton fue evaluado bajo los protocolos y se determinó que no sufrió una conmoción. Pero cuando le preguntaron a Rivera el lunes si se había acercado a Newton para ver cómo se sentía, el coach respondió con rudeza.
No, y no hay razón para ver cómo se siente, dijo Rivera. Todos discutimos todo [eso] ayer. Fuimos directos y les dimos las respuestas. Realmente no hay respuesta para ver dónde está.
La voz de Rivera se levantó mientras un reportero intentaba ampliar el tema.
No, ni siquiera lo menciones, exclamó. No lo menciones, ¿está bien? Hablamos de eso anoche. No hay razón para que esto sea una pieza más allá de que lo siguen mencionando.
Cuando el reportero trató de hacer otra pregunta, Rivera lo detuvo.
«¡Ah, ah, ah, ah, ah!», interrumpió. ¡Está bien, por favor! Ya lo discutimos antes.
Rivera destacó que el apoyador estelar Luke Kuechly se ausentó de tres partidos tras sufrir una conmoción en el primer medio del juego inaugural ante Jacksonville.
Y en ningún punto del tiempo forzamos a un joven al campo sólo por creerle, expuso Rivera. No me cuestionen en esto.