El líder y cantante del grupo irlandés U2, Bono, estaba en Niza durante la masacre del “Día de la Bastilla”, y tuvo que ser rescatado de un restaurante en el que quedó atrapado cuando sucedió el ataque terrorista que dejó 84 muertos.
Según difundió el tabloide británico “Daily Mail”, el músico dublinés de 56 años, quien posee una casa cerca del pueblo francés de Eze, se encontraba en la terraza de “La Petite Maison”, próxima al malecón de Niza, cuando el atacante Mohammed Lahouaiej Boohlel embistió a la multitud que veía los fuegos artificiales.
Ante el ataque, el cantante y otros comensales terminaron atrincherados en el restaurante, y debieron ser liberados por elementos de la policía antiterrorista.
En el lugar también estaba el alcalde de Niza, Christian Estrosi, en una mesa cercana a la de Bono, según declaró la dueña del local, Anne-Laure Rubi.
“De repente vi gente corriendo, sin gritar. Fue un pánico silenciosos, fue extraordinario”, dijo Rubi, quien en ese momento sujetó el brazo del alcalde, quien estaba al teléfono enterándose del ataque.
Los trabajadores del restaurante cerraron las persianas y dieron instrucciones a los comensales de que se escondieran y mantuvieran la calma hasta que terminara el ataque y los policías aseguraran la zona.
Más tarde, Bono pudo salir del restaurante gracias a policías armados que lo condujeron a la Plaza Massena. Como todos los demás, el cantante tuvo que poner las manos en su cabeza y mantener la calma.
Es la segunda vez que el líder de U2 termina cerca de un acto terrorista, siendo la anterior en noviembre pasado cuando la banda ensayaba para un concierto en París y un grupo de suicidas islamistas atacaron el teatro Bataclán, matando a 89 personas.