Todo ocurrió este domingo cuando el San Martín de Tucumán empató 3-3 ante el Villa Dálmine con el último aliento y se clasificó como semifinalista del Reducido de la B Nacional por el segundo ascenso a la Superliga en Argentina. Villa Dálmine, que lo ganaba 2-0 y después logró ponerse 3-2, terminó con diez hombres por la expulsión de Cristian González.
Todo bien hasta ahí pero al final del encuentro hubo incidentes cuando los futbolistas de Villa Dálmine fueron a reclamarle al árbitro Pablo Echavarría y se cruzaron con hinchas que ingresaron al campo de juego para festejar.
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Y como suele ocurrir, no terminó nada bien este enfrentamiento entre fanáticos y jugadores.