El diputado local del PRD en Aguascalientes, Iván Sánchez, informó que el Congreso de la entidad aprobó recientemente una reforma constitucional para implementar, entre otras cosas, la revocación de mandato.
En conferencia de prensa en las instalaciones del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Ciudad de México, explicó que se trata de un paquete de ocho leyes, que facilitan el control ciudadano sobre los políticos.
Explicó que a pesar de ser el único diputado perredista en el Congreso local, consiguió que las demás fuerzas políticas de la entidad respaldaran su propuesta, lo cual habla de la madurez de los legisladores de la entidad.
Entre los instrumentos recién aprobados, están la revocación de mandato, el plebiscito, el referéndum, el cabildo abierto y el presupuesto participativo, por mencionar algunos, lo que coloca a Aguascalientes como una de las cinco entidades donde existen esas figuras.
Aunque la Ciudad de México, Nuevo León, Oaxaca y Jalisco también tienen este tipo de instrumentos, el de Aguascalientes es más progresista, porque abarca a todos los cargos ejecutivos de elección popular, desde síndicos, hasta gobernador.
A diferencia de otras legislaciones, esta permite solicitar la revocación del mandato cuando el político en cuestión cumple un tercio de su mandato (las demás legislaciones lo establecen a la mitad) y los resultados de la consulta que se realice, resultan vinculantes.
Además, en Aguascalientes será suficiente que 10 por ciento del electorado (alrededor de 93 mil personas, considerando que el Padrón Electoral contiene unos 930 mil nombres), hagan la petición, para que se realice la consulta que puede sacar al gobernante de su cargo.
Iván Sánchez aseguró que no se trata de dar pretexto o instrumentos para ninguna “cacería de brujas”, sino de garantizar instrumentos de participación ciudadana que permitan al ciudadano librarse de un gobierno ineficaz, aunque lo haya elegido la ciudadanía.
Con estas leyes, explicó, se busca que los ciudadanos tengan la posibilidad de rectificar el camino pronto y de dejar tiempo suficiente a quien entre al relevo para corregir el rumbo.