A los 98 años de edad, la artista falleció en un hospital de La Habana, luego de presentar problemas de tensión arterial este jueves
La primera bailarina de Cuba iba a cumplir 99 años de edad el próximo 21 de diciembre y en la mañana de este jueves fue ingresada al centro hospitalario “por una bajada de tensión arterial muy fuerte”, refiere el diario español El País.
Alicia Alonso, fue directora y coreógrafa del Ballet Nacional de Cuba y fue en La Habana, en donde inició sus estudios de danza en 1931. Debutó en Estados Unidos en 1938, tras haberse formado con Enrico Zanfretta, Alexandra Fedorova y otros profesores de la “School of American Ballet”.
Posteriormente, en 1939, entró a formar parte del American Ballet Caravan, precursor del actual Ballet de la Ciudad de Nueva York. En 1940 se incorporó a este último, comenzando así una de las etapas más brillantes de su carrera.
Durante este periodo, interpretó las grandes obras del repertorio romántico y clásico junto a Mijail Fokin, George Balanchin, Leonid Massin, Bronislava Nijinska, Antony Tudor, Jerome Robbins y Agnes de Mille.
Fue protagonista en el estreno mundial de obras como “Undertow”, “Fall River Legend” y “Theme and Variations”. También en este periodo actuó en numerosos países de Europa y de América como primera bailarina.
En 1948 fundó la Compañía de Ballet Alicia Alonso, actual Ballet Nacional de Cuba, que ella misma dirigía, fruto de su interés por desarrollar la danza en Cuba.
Sus coreografías de los grandes clásicos (como “Giselle”, “Grand Pas de Quatre”, “La Bella Durmiente del Bosque” y “La Fille mal gardée”) han alcanzado el reconocimiento mundial y las han interpretado los Ballets de la Ópera de París, de Viena y de Praga, así como compañías como la del Ballet de San Carlo de Nápoles o la de La Scala de Milán.
Alicia Alonso, dijo que tenía dos grandes pasiones, “la danza y la vida”, fue Doctora Honoris Causa por la Universidad de La Habana y por la Universidad Politécnica de Valencia (España).
En junio de 1999, la UNESCO le concedió la medalla Pablo Picasso por su contribución a la danza.
Como directora y primerísima figura del Ballet Nacional de Cuba, inspiró y ganó a una nueva generación de bailarinas cubanas quienes se han ganado un lugar prominente en el ballet internacional.