La asambleísta Wendy González calificó como indignante que los mecanismos tecnológicos para brindar seguridad a mujeres y usuarios no sean implementados para prevenir estas acciones
De acuerdo con el Diagnóstico sobre Violencia hacia Mujeres y Niñas, más de la mitad de las mujeres han sido violentadas con acciones como el acoso sexual en el transporte público, informó la asambleísta Wendy González Urrutia.
La diputada local calificó como indignante que los mecanismos tecnológicos para brindar seguridad a las mujeres y usuarios del transporte público en general, no sean implementados para prevenir acciones de esa índole.
La legisladora del Partido Acción Nacional (PAN) señaló que las agresiones más comunes son las miradas lascivas, con 90 por ciento de casos, seguido de 80 por ciento de silbidos; 70 por ciento de agresión sexual verbal y 65 por ciento de contacto físico.
“Estas cifras nos revelan un alto grado de violencia sexual hacia la mujer, y este acoso debe ser prevenido y castigado por las autoridades responsables, implementando dispositivos tecnológicos en el sistema de transporte público”, enfatizó la diputada local.
La panista insistió en su iniciativa de ley para que el transporte público cuente con botones de pánico y sea un instrumento que logre frenar el acoso a mujeres y actos delictivos en general.
“Hago un llamado a las distintas fracciones parlamentarias para que esta iniciativa de ley sea aprobada, sin distingos políticos y que seamos sensibles ante el terrible acoso que a diario viven cientos de miles de mujeres en la Ciudad de México”.
Agregó que “debemos asegurarnos de castigar a quien le ponga las manos encima a una mujer y jamás lo vuelva a hacer; son personas que requieren de atención psicológica”.
Según la legisladora, las fotomultas generan recursos y es necesario invertir en prevenir el acoso y la delincuencia que sufren los capitalinos, sobre todo, las mujeres.
El Banco Mundial reveló que, en 2014, al menos 65 por ciento de las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia de género en el transporte público en la Ciudad de México.
En su opinión, las políticas públicas de movilidad en materia de seguridad han sido insuficientes y datos de la Procuraduría General de Justicia capitalina advierten que la inseguridad que padecen los usuarios en el transporte público se ha mantenido en niveles altos con recurrencia.
“Se debe reforzar la seguridad e implementar los botones de pánico, a fin de brindar seguridad a los usuarios y frenar el lacerante acoso sexual que se vive a diario, pues una sociedad que no respeta a sus mujeres no podrá salir del subdesarrollo y generará conductas violentas y delictivas”, puntualizó.