A las 15:45 horas del lunes, agentes de policía del condado de Nassau acudieron a la salida de un centro comercial en Oceanside, Nueva York. Un grupo de jóvenes había golpeado y apuñalado hasta la muerte a un adolescente de 16 años. Más de 50 personas fueron testigos del incidente. Pero ninguno intentó detener la pelea. Prefirieron grabar con sus celulares el violento asesinato.

Khaseen Morris falleció en el acto frente al local Mario’s Pizzeria and Restaurant. Le asestaron una puñalada letal en el pecho, y tenía también un brazo roto. Según la policía, el ataque fue premeditado, y desde el principio Morris fue el objetivo de los agresores. El adolescente, estudiante del centro de secundaria Oceanside High School, ya había recibido amenazas telefónicas, según confirmaron las autoridades.

Los videos grabados por el medio centenar de testigos ayudaron a los agentes a realizar este miércoles la primera detención. Tyler Flach, de Lido Beach, fue arrestado y acusado de asesinato, y según la cadena de televisión estadounidense abc7, el joven será procesado este jueves en Hempsted.

Tras el asesinato, las imágenes de lo ocurrido se difundieron rápidamente a través de Snapchat y otras redes sociales, y no tardaron en llegar a la desconsolada familia de la víctima.

«Él era una persona que habría ayudado a cualquiera, y a él nadie le ayudó», dijo entre lágrimas Keyanna Morris, la hermana de Khaseen, en declaraciones a la cadena NBC New York. «Es difícil de asimilar, algunas veces pienso que es sólo un mal sueño. Él era la luz y la energía de toda su familia», añadió.

Keyanna también contó que su hermano menor había sufrido bullying con anterioridad, y que tuvo incluso que cambiar de escuela cuando la situación se agravó.

«Le dijo a mi madre que era la primera vez en mucho tiempo que se sentía tan feliz, porque había encontrado por fin una escuela donde podía ser él mismo, sin que nadie lo juzgara», explicó.

Sobre el motivo del asesinato, Keyanna reveló que su hermano había acompañado a una chica hasta su casa el sábado, después de una fiesta.