Las FARC ponen fin a su lucha como grupo guerrillero y a su participación en un conflicto que desangró al país sudamericano por más de cinco décadas
Las FARC concluyeron el martes el proceso de abandono de las armas ante las Naciones Unidas, poniendo fin a su lucha como grupo guerrillero y a su participación en un conflicto que desangró a la nación sudamericana por más de cinco décadas.
La entrega del último 40 por ciento del arsenal de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se cumplió en la zona montañosa de Mesetas, en el sureste del país, en donde por décadas el grupo rebelde, que se transformará en un partido político, ejerció un gobierno de facto con el que desafió al Estado.
La Misión de la ONU en Colombia informó que ya recibió y almacenó en contenedores 7 mil 132 armas, la mayoría del arsenal de las FARC que estaba en poder de los combatientes rebeldes, cumpliendo lo acordado entre el Gobierno y la guerrilla para acabar un conflicto que ha dejado 220 mil muertos.
En el lugar, una pequeña ciudadela de construcciones precarias de madera, lona y plásticos verdes y negros, también se exhibían siluetas en tamaño natural con las fotos de jefes guerrilleros que murieron en combate como Alfonso Cano, Raúl Reyes, alias el Negro Acacio e Iván Ríos.
Unos 7 mil integrantes de las FARC además de cientos de colaboradores permanecen actualmente concentrados en 26 lugares en medio de selvas y montañas, bajo la supervisión de la ONU, en la parte previa de su reincorporación a la vida civil.