Los artefactos están equipados con GPS, acelerómetro, giroscopio, magnetómetro, además de una cámara que va a grabar todo el trayecto, desde el despegue hasta el descenso
Durante el Primer Concurso Estatal de Misiones Espaciales en Aguascalientes, celebrado el pasado noviembre, estudiantes del nivel preparatoria lanzaron 30 CanSat —dispositivo o sistema del tamaño de una lata de refresco—. Un total de 264 alumnos fueron capacitados para el desarrollo de esta misión espacial, cuyos pequeños satélites midieron diversas telemetrías y se elevaron a una altura superior a los 20 kilómetros.
El evento, organizado por el Instituto para el Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento del Estado de Aguascalientes (IDSCEA) y financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), se llevó a cabo con el propósito de potenciar las vocaciones científicas y divulgar las ciencias espaciales y tecnologías disruptivas, mostrando que los jóvenes pueden generar proyectos de calidad, sostuvo Rafael Urzúa Macías, director del instituto.
Felipe Leonardo Valero Delgado, director de proyectos de Inventor’s House, trabajó anteriormente en la Agencia Espacial Mexicana (AEM), donde observó que una de las principales encomiendas de este organismo es crear capital humano altamente especializado, para lo cual resulta necesario inspirar a niños y jóvenes si se pretende que en el lapso de una década se tenga a los primeros ingenieros espaciales del país.
“A través de un CanSat, los jóvenes se interesan en el aprendizaje de electrónica, de tecnologías de información, de telecomunicaciones y todas las disciplinas que abarca o que compone una misión espacial. Nosotros vimos que había una oportunidad de contribuir a la misión de la agencia, desarrollando nuestra propia tecnología, porque ellos no están en posibilidades de llegar a todo tipo de comunidades”, expresó.
Tomando en consideración que cada vez resulta más accesible hacerse de los componentes necesarios para realizar este tipo de proyectos a nivel escolar, junto a sus socios observó que era viable hacer una versión propia, y con esta idea impartió conferencias sobre los satélites lata en la Universidad Politécnica de Aguascalientes (UPA), la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) y en el Museo Descubre.
“Ahí, la gente del Instituto para el Desarrollo de la Sociedad del Conocimiento nos dijo: ‘oye, nosotros queremos hacer esto para los jóvenes’. Ellos tienen un programa de formación vocacional, entonces cuando vieron el potencial lúdico de los CanSat lo buscaron llevar en varias preparatorias de Aguascalientes”, comentó Felipe Valero.
Correspondió al personal del IDSCEA conseguir los recursos necesarios para llevar a cabo el Concurso Estatal de Misiones Espaciales ,y posteriormente, sostener una reunión con representantes de los subsistemas de educación media superior, como Cecytea, Conalep, DGETI y colegios particulares, en la cual se realizó una selección con base en distintos criterios, entre ellos, la matrícula de alumnos en los planteles.
“En cuanto se hizo la selección, invitamos a gente de la Agencia Espacial Mexicana a dar el primer curso, para que tuviera un soporte oficial, y después nosotros entramos a replicar la capacitación y a dar apoyo en todas las escuelas, buscando que todos tengan una misión exitosa”, explicó.
A cada uno de los equipos participantes se les proporcionó un kit, mismo que fue elaborado por los miembros de Inventor’s House ex profeso para este concurso, para lo cual se tuvieron que elaborar las tarjetas, se trabajó en el diseño para aprovechar el espacio de una lata y poder colocar en ella todos los componentes, se desarrolló el programa que lee los sensores y se definió que para las telecomunicaciones se utilizarían chips LoRa, los cuales son más baratos y alcanzan un mayor rango (superior a los 20 kilómetros).
“(Por su parte) los alumnos tendrán que ensamblar, diseñar la carcasa, diseñar el sistema de elevación y leer todos los datos, porque se arrojan en bruto y los alumnos tendrán que hacer todo el desarrollo de la estación terrena, que es todo el software que va a mostrar los datos en bonito: cómo se eleva el globo, cómo desciende, en qué altura está, deberán graficar un mapa para ver la ruta que sigue y en qué parte cae”, mencionó.
Los CanSat del concurso pueden leer la geoposición, altura, humedad, presión atmosférica, temperatura, posición que tiene el satélite en el espacio, así como velocidad de ascenso y descenso. Para ello, están equipados con GPS, acelerómetro, giroscopio, magnetómetro, además de una cámara que va a grabar todo el trayecto, desde el despegue hasta el descenso, durante un periodo de seis horas, para documentar lo que ocurre durante su trayecto.