El mayor deseo del ser humano es tener amor eterno, pero para conservar a la pareja que quieres, debes aprender ciertas cosas
¿Qué hacer para que no te dejen de amar, cómo obtener el amor eterno, incondicional y permanente de quien deseas que te quiera? Ésta es quizá la pregunta que más nos hacemos los seres humanos.
La necesidad de contacto físico y emocional, el deseo de reconocimiento y de adoración, es el motor que nos impulsa y conduce nuestros pasos en la mayor parte de nuestros recorridos por la vida.
El ansia es tan fuerte, la pregunta es tan inevitable, y parece que no hay respuesta. Pero no es así, sí existen pistas que si las seguimos, nos descubren la cara del amor eterno. ¿Cuáles son estas señales? Se encuentran en la fórmula misma del amor, que requiere siempre de dos:
Piensa en los dos. Una buena manera para lograr darle a quien amas todo lo que necesita, es pensar en todo lo que tú quisieras que te dieran y dar eso mismo. Debes pensar en tu amado, pero también en ti misma, así aprenderás cada día el significado de la palabra amor.
Habla su mismo idioma. La mejor de las estrategias es agudizar tu sentido de la observación para conocer mejor a tu pareja. Participa en las cosas que a él le gustan, involúcrate (prudentemente) en sus proyectos. De este modo tendrás buenas armas para satisfacerlo en lo que realmente le gusta.+
Ámate a ti misma. Si no te quieres, no puedes enamorar para siempre a otro ser, porque no puedes dar lo que no tienes. No se trata de ser ególatra contigo misma, sino de sentirte orgullosa de quien eres. Uno de los mejores afrodisíacos de este mundo es la sana autoestima, porque no sólo te hace verte y sentirte bien, sino que te hace capaz de amar tu vida, descubrir siempre la novedad en ella y proyectarlo a tu alrededor, así él nunca se cansará de amarte.
Cuídalo. Dale a tu pareja cuidado, comprensión, apoyo, detalles amables frecuentemente. Elógialo, escríbele una carta de amor, cuéntale un secreto íntimo, haz que disfrute del sexo contigo, léele un cuento, hazle de comer lo que le gusta. Pero no lo satures, también permítele que tenga su propio espacio.
Dale su valor. Aunque él sea muy importante en tu vida, no lo es todo. Eso no significa que pienses que te va a abandonar, pero sí que le des su justo valor. Así conseguirás dos cosas muy buenas: no desplomarte en caso de que la relación termine, y lo más importante, no atosigar a tu pareja, lo cual es un excelente arma para conseguir que permanezca a tu lado.