La celulitis es grasa no deseada y, en gran medida, el resultado de lo que comemos. Nuestro cuerpo, en unos casos más y otros menos, está predispuesto a tenerla, aquí te damos indicaciones sanas para prevenirla y/o disminuirla
Conoce a fondo a tu enemigo y podrás hacer algo contra él. La batalla contra la celulitis no acaba nunca, por eso, cualquier momento es bueno para empezar a combatirla. ¿Qué tal ahora?
La edad, las hormonas, la genética, la mala alimentación y la falta de ejercicio contribuyen a su desarrollo. La celulitis es acumulación de grasa que empuja contra el tejido conectivo bajo la piel, y hace que la superficie se vea grumosa. De todos estos factores, la edad y la genética son prácticamente imbatibles. Sin embargo, la alimentación, el ejercicio y el cuidado del cuerpo, son aspectos que puedes mejorar para prevenir su aparición o reducirla si ya la tienes.
Alimentación
Cocina en casa lo que vayas a comer de la manera más sana que puedas. Nuestro sistema no está diseñado para procesar los alimentos refinados y, como consecuencia de su consumo y su mala eliminación posterior, llega la celulitis. En tu dieta apuesta por:
Espárragos: fortalecen las venas y los capilares y ayudan a controlar la presión arterial.
Brócoli: ayuda a prevenir el endurecimiento del colágeno provocado por ingerir demasiada azúcar.
Plátanos y frutas cítricas: Refuerzan los vasos sanguíneos y ayudar en la circulación.
Pescado azul: salmón, sardinas, atún y trucha. Son bajos en grasas y ricos en proteínas y minerales, a la vez que fuente de ácidos grasos esenciales.
Piña: es un anti-inflamatorio que reduce la retención de líquidos y ayuda en la cicatrización de las fibras de colágeno dañado.
Peras: son desintoxicantes y ayudan al sistema linfático. También son una buena fuente de fibra y potasio.