Se trata de 14 viviendas en donde mediante carteles se ofertaban tachas, mariguana de distintos tipos, metanfetaminas y piedra
Autoridades capitalinas descubrieron un predio en Tepito habilitado como tianguis en donde se vendían distintos tipos de droga.
Se trata de 14 viviendas en donde mediante carteles se ofertaban tachas, mariguana de distintos tipos, metanfetaminas y piedra.
Los anuncios ofrecían mariguana hidropónica, candy, Ak-47, buba, orange, blue dream, choco, lemon, fresa, uva y coco.
En las viviendas se observan pósteres de películas como Scarface e inclusive una fotografía de Joaquín “El Chapo” Guzmán; además se encontraron imágenes religiosas y figuras de Malverde y de la Santa Muerte.
El descubrimiento de este predio, el cual se asemeja al conocido como La Fortaleza, el cual fue asegurado en 2007 también en Tepito y donde se vendía droga, fue derivado de una persecución.
Agentes seguían a un sujeto que vendía droga en la calle, el cual escapó entrando al número 13 de la calle Tenochtitlán y luego al marcado con el número 17. En el 13 se detuvo a dos personas y se aseguró droga.
“Una mujer a quien se le encontró en posesión de 39 kilos 731 gramos de mariguana y un masculino que portaba un kilo 460 gramos del enervante antes mencionado, así como dos básculas grameras y 69 pastillas, equivalentes a 21 mil 500 miligramos de metanfetamina, los imputados fueron identificados como Mario Castillo Cedillo, de 29 años de edad, quien cuenta con antecedentes penales por robo agravado, y María de los Ángeles Montes Oropeza, de 29 años”, indicó el titular de la PGJD, Rodolfo Ríos Garza.
Al terminar la persecución los agentes se percataron que en el predio marcado con el número 17 de la calle Tenochtitlán, 14 viviendas estaban acondicionadas para la venta de estupefacientes.
Luego de solicitar una orden de cateo se decomisaron 41 kilos 457 gramos de mariguana y 92 gramos de cocaína. La droga se vendía a través de pequeños recuadros cortados en las puertas de lámina de las viviendas.
El inmueble estaba diseñado para poder escapar y se encontraron radios de comunicación; cada vivienda contaba con una puerta en el techo conectada a una escalera la cual llevaba a la azotea.
Los techos de las vecindades estaban conectados mediante puentes hechos de lámina para poder huir a otros predios y evadir la acción policiaca.