Francisco pidió a los mexicanos unirse para convertir al país una nación de oportunidades
El Papa Francisco pidió este domingo a los mexicanos liderar iniciativas que conviertan a México en una nación de oportunidades, además habló sobre las tentaciones que destruyen al hombre, entre ellas la riqueza, la vanidad y el orgullo.
Durante su mensaje a los feligreses en Ecatepec, en el Estado de México, el pontífice pidió que México se convierta “en una tierra que no tenga que llorar a hombre y mujeres, a jóvenes y niños que terminan destruidos en las manos de los traficantes de la muerte”, y en donde no sea necesario migrar a otros países.
Después de un viaje de menos de 30 minutos del Campo Marte en la Ciudad de México y un recorrido de 9 kilómetros desde el Centro de Estudios Superiores de Ecatepec, el Papa Francisco ofició una misa en un espacio abierto conocido como El Caracol, en el Estado de México.
Federico Lombardi, vocero del Vaticano, dijo en rueda de prensa este domingo que unas 300 mil personas acudieron a la misa que ofició Francisco en Ecatepec, y unas 700 mil personas estuvieron alrededor del lugar.
Durante la homilía, el Papa aseguró que la Cuaresma es un tiempo para ‘ajustar los sentidos’, ‘abrir los ojos a las injusticias’ y cambiar el rumbo de nuestras vidas y alejarlas de las tres principales tentaciones del cristianismo: ‘la riqueza, la vanidad y el orgullo’.
“Tres tentaciones que buscan degradar, destruir y sacar la alegría y frescura del Evangelio”, consideró.
Con el demonio no se dialoga, no se puede dialogar porque nos va a ganar siempre. Solamente la fuerza de la palabra de Dios lo puede derrotar”, dijo Francisco, aludiendo al relato narrado en el Nuevo Testamento en el que Jesucristo es tentado por el demonio en el desierto.
Francisco llamó a los fieles a recurrir a la palabra de Dios para ‘derrotar’ al ‘demonio y sus tentaciones’.
Enfatizó que las tentaciones como estas llevan a un círculo de destrucción y de pecado.
Revestido del hábito por el tiempo cuaresmal, el líder de la Iglesia católica detuvo la lectura de su sermón para improvisar nuevamente, como lo hizo ayer con los obispos en la Catedral, y pedir a los fieles no dejar de seguir las huellas de Jesús.
“Tú eres mi Dios y en ti confío”, recordó Francisco a los fieles y les instó a repetirlo en coro en tres ocasiones.
El altar donde Francisco presidió la celebración fue construido por artesanos locales y contó con motivos indígenas en su decoración.
Cabe mencionar que el líder de la Iglesia católica tuvo un encuentro con el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, la clase política y los obispos, a quienes les dio un fuerte llamado a dejar las diferencias entre ellos.
El mismo sábado visitó el recinto mariano, donde pidió por las familias de personas “arrebatadas”.