El exseleccionador mexicano Miguel Herrera fijó hoy la conquista del torneo Clausura 2016 como meta en su nueva condición de entrenador de los Xolos de Tijuana, cuya campaña reciente le ha dejado envuelto en una lucha contra el descenso.
«Necesitamos que el equipo esté peleando en la parte de arriba de la tabla, que sea protagonista y un candidato al título. Esa es nuestra idea», dijo al hablar de sus objetivos.
Herrera abandonó el banquillo de la selección mexicana en julio pasado, cuando fue despedido por agredir a un comentarista de televisión.
«Venimos a trabajar y queremos agregarle estrellas al escudo, ese es nuestro firme propósito y a lo que nos comprometimos con la directiva», añadió.
Herrera no trabajó durante el torneo Apertura por la una prohibición reglamentaria establecida cuando los entrenadores o seleccionadores son destituidos o renuncian a mitad de un torneo.
Los Xolos, que tiene como sede a Tijuana, ciudad fronteriza con Estados Unidos, busca rivales para jugar partidos amistosos el 14 y el 20 de diciembre. El 3 de enero se enfrentará con el Morelia en otro encuentro de preparación.
Herrera anticipó que su nuevo equipo se entrenará para el Clausura 2016 en los 2.240 metros de altitud de Ciudad de México porque necesita reforzar la resistencia física de los jugadores.
«Queremos un equipo con un fútbol dinámico y rápido y que en toda las cancha sea difícil de vencer y para ello es necesario tenerlo bien físicamente», señaló.
Herrera dirigió a la selección mexicana entre noviembre de 2013 y julio de 2015, y fue despedido dos días después de haber ganado la Copa Oro de la Concacaf por agredir a un comentarista crítico de su trabajo.
En México ha sido entrenador del América, con el que fue campeón del Clausura 2013, de Atlante, Monterrey y Tecos.