Adolescentes conocen los efectos que causa el estrés crónico en la alimentación y el estudio
Con el afán dar a conocer a la sociedad en general los hallazgos más actuales de la ciencia y la tecnología, la Universidad Autónoma de Aguascalientes está llevando a cabo la Semana de Divulgación Científica en su octava emisión. En esta ocasión se invitó a la investigadora Patricia Ileana Joseph Bravo, miembro del Instituto de Biotecnología de la UNAM cuyo trabajo ha contribuido al análisis de la química del Sistema Nervioso Central, quien dictó la conferencia titulada “Efectos del estrés en el metabolismo y en el aprendizaje”.
Ante un auditorio conformado por alumnos de secundaria y preparatoria, la catedrática externó que a más 30 años de investigar cómo el cerebro controla la función de las hormonas, es decir el estudio de la neuroendocrinología, ahora se puede asegurar que el estrés crónico afecta la alimentación y el estudio.
Joseph Bravo explicó que si bien el estrés es provocado por cualquier cosa que altere el equilibrio o cause cambios hormonales, es necesario identificar los tipos y qué lo detona. Al respecto dijo que el estrés físico es una reacción al dolor, una hemorragia, cuando se baja el azúcar en el cuerpo, al frío, entre otros estímulos; mientras que el estrés psicológico se experimenta con el miedo, la angustia, la frustración o la percepción de peligro, por señalar algunos ejemplos.
Ya sea físico o psicológico, todos los seres humanos estamos sometidos a una vida con estrés, sin embargo el estar constantemente bajo presión se puede volver crónico, y es en ese momento cuando la salud se ve afectada.
Ejemplificó a los asistentes que una persona en estas condiciones de exceso de cambios hormonales puede presentar trastornos en la alimentación; y que para bajar el estrés se llega a consumir grasa, por lo que esta dieta puede llevar a la persona a desarrollar síndrome metabólico. O por el contrario hay hombres y mujeres que la presión en su casa, el trabajo, la escuela o la misma sociedad, les orilla a dejan de comer.
Dejó ver la académica que los adolescentes son muy susceptibles al estrés, ya que a causa de una amígdala, en una parte del cerebro, los chicos y las chicas reaccionan más, por lo que pueden ser presa fácil de consumir drogas como un mecanismo para bajar la tensión.
Patricia Joseph Bravo hizo incapié en la necesidad de que cada persona identifique qué le provoca estrés y busque métodos para reducirlo, como la práctica deportiva, acercarse al arte, ejercitarse por medio de yoga, aprender a respirar para controlar las emociones y otras prácticas que le ayuden a tener una vida mejor.
Para finalizar su charla, la investigadora mexicana invitó a los estudiantes a que aprovechen todo el conocimiento que la ciencia y el desarrollo de la tecnología les puede ofrecer para ser mejores personas, más propositivos y comprometidos con su futuro y el de su país. Los exhortó a considerar la vocación científica como una manera de vida muy satisfactoria y de gran beneficio a la sociedad mexicana y del mundo.