Ya conocíamos la práctica de Ghosting en parejas, o entre dos personas que han compartido una experiencia de afecto. En este caso, una de las personas desaparecía sin dar aviso al otro. Ya sea porque no le gustó el encuentro, porque existe alguien más o porque no quería involucrarse.
Ahora se ha llevado a otro nivel que quizá te suene más común.
¿Eres de las que se va de las fiestas sin despedirse, de las que se escabulle cuando todos están bailando el caballo de rodeo?
Pues tu estrategia no durará mucho, ahora todos conocen la técnica del “nuevo Ghosting” entre amigos.
Este acto ya es reconocido como una falta de cortesía pues, a pesar de saludar a todos cuando llegas, para irte desapareces como un fantasma. Sin embargo, creemos que existen buenas razones para llevar a cabo esta práctica y que te harán sentir menos culpable:
- La fiesta es enorme y estás muy borracha como para recordar a quién conoces.
- Todos están borrachos y no recuerdan de quien se despidieron.
- Las despedidas son eternas porque tanto tú, como los otros, están borrachos.
- Ganaste el premio al baile más ridículo.
- Hiciste comentarios raros toda la noche.
- Te vas con alguien más y no quieres que nadie se entere.
- Te vas sola y no quieres que nadie se entere