La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que ante la emergencia sanitaria que representa la pandemia del coronavirus Covid-19 quedan prohibidas todas las celebraciones religiosas dominicales, así como cualquier tipo de encuentro numeroso que estuviera programado para los siguientes días y semanas.

A través de un comunicado de prensa suscrito por los integrantes del consejo de la presidencia del CEM, se informó que los sacerdotes no dejarán de celebrar la misa, aunque lo harán de manera privada.

“Facilitar en la medida de lo posible, que las eucaristías sean transmitidas por las plataformas digitales y los medios de comunicación públicos y los privados, de modo que los fieles puedan unirse espiritualmente a los misterios de la fe», se lee en el comunicado emitido la tarde de este lunes.

Se informó que en los próximos días, con las medidas sanitarias adecuadas, los templos parroquiales, que cuenten con laicos que puedan controlar la correcta disposición de fieles orantes, podrán permanecer abiertos para la oración personal y comunitaria, así como para la adoración del Santísimo.

Los obispos de México estimaron que estas medidas las asumen con serenidad, sabiduría y responsabilidad debido a la epidemia de la nueva cepa del coronavirus en el mundo y «como manifestaciones de amor, solidaridad y cuidado entre hermanos».

Las medidas señaladas fueron suscritas por el arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López, así como por Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Episcopal Mexicana.

Los obispos firmantes encomendaron a la población mexicana y al mundo entero a la protección de la Virgen de Guadalupe.