Los católicos no deben reconocer el matrimonio entre parejas del mismo sexo, ni siquiera «por moda», aseveró el cardenal Norberto Rivera Carrera al inaugurar el II Congreso Eucarístico Arquidiocesano, en la Basílica de Guadalupe.

La posición del arzobispo primado de México se suma a la protesta que otros jerarcas católicos, evangélicos y cristianos han reiterado en los últimos días para rechazar la iniciativa presidencial que propone modificaciones a ley que llevarían al reconocimiento constitucional del matrimonio gay.

«Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio entre un hombre y una mujer como fundamento de la familia y motivo de alegría y vida para la sociedad y la humanidad, si así no lo hiciéramos con el fin de no contradecir la sensibilidad de algunos para estar a la moda, o por sentimientos de inferioridad frente al descalabro humano, estaríamos privando al mundo de los valores y debemos aportar», dijo desde el púlpito.

En su sermón durante la misa inaugural, el mitrado señaló que la única vocación «sublime» en la familia se haya en el matrimonio entre hombre y mujer, bajo una paternidad responsable.

Agregó que la familia podría verse como una Iglesia doméstica, en la que madura la primera experiencia eclesial de la comunión entre personas.

«En la familia se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida», expuso.

El II Congreso Eucarístico Arquidiocesano se celebrará 7 al 11 de junio en la Plaza Mariana de la Basílica de Guadalupe, con mesas de análisis sobre temas pastorales, de familia y vida.