Las primeras etapas de la vida de tu bebé son determinantes para su futuro. Como padre no puedes dejar pasar por alto un factor clave que marcará la diferencia en el bienestar de tu hijo. La correcta hidratación.

¿Qué es estar deshidratado?

La deshidratación es un estado en el que el cuerpo reconoce una disminución en la cantidad de agua, ya sea por consumo insuficiente o pérdida excesiva de este líquido.

Los principales factores que influyen para que se genere un estado de deshidratación son a consecuencia de vómito o diarrea, aunque también se puede presentar por exponerse demasiado a altas temperaturas.

En este sentido un bebé es más susceptible a padecer deshidratación.

Es importante consideres que para mantener una buena hidratación en un bebé, es importante que durante el día estés en constante tarea de ofrecer pequeñas dosis de agua o traguitos para no saturar su riñón. Si hace mucho calor, entonces necesitará más agua.

¿Cómo saber si mi bebé está deshidratado?

Las principales señales que indican que un bebé está deshidratado son las siguientes:

* Falta de lágrimas al llorar.

* Sus labios y su piel están resecas, se pueden notar cenizos.

* La elasticidad de la piel del bebé no es igual (al presionar cuidadosamente la piel entre sus dedos no vuelve rápidamente a su forma original).

* Pueden pasar muchas horas y el bebé no ha orinado. Otro signo es cuando su orina presenta un color más oscuro y olor más fuerte.

El comienzo de la vida es tu responsabilidad y compromiso, acercándote más a este tipo de información sabrás que es lo que puedes hacer por tu campeón.